Gran paradoja la de Javier Milei, el 'outsider' antisistema, que para construir su proyecto presidencial de 2023 debió acudir a la política más tradicional que se pueda imaginar. Eso representa Cruzada Renovadora, un partido de raíz provincial y larga historia asociada a Don Alfredo Avelín y sus herederos, Alfredo y Nancy. Los tres hicieron de la política una forma de vida. Al economista histriónico no le alcanzó con los chicos autoproclamados libertarios, con los indignados o los caceroleros. Para desembarcar en el distrito hizo lo que tenía que hacer. Entendió todo.

Alfredo Avelín (hijo) se ufanó de sus casi 68 años de vida este lunes en Banda Ancha. Ha dado muchas batallas. Algunas las ganó, muchas otras las perdió. Pero la derrota nunca fue motivo para irse a la casa. Esa es la síntesis de un político de vocación. Hay varias acepciones, por izquierda y por derecha. Pero el factor común a todos y todas es precisamente eso: no conciben la vida sin militar una idea, sin competir en elecciones, sin aspirar al poder.

Milei montó su meteórica carrera al Congreso Nacional en una explosiva aparición en la prensa porteña. Pero comprendió que para construir más allá de los límites de la Avenida General Paz en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, necesitará algo más que el auxilio mediático y las campañas de redes sociales. Tiene sus seguidores en San Juan pero hacer pie en el territorio implica mucho más que dar un 'like' o 'compartir' un 'posteo'.

Por incompatibilidad de base, Milei no iba jamás a tender lazos con el peronismo sanjuanino. Tampoco con Juntos por el Cambio, porque se están disputando más o menos el mismo electorado. Por lo tanto, el economista histriónico debía apuntar a la tercera fuerza, circunstancialmente liberada de referencias nacionales. 

El espacio hoy denominado Consenso Ischigualasto, que integra Cruzada Renovadora, jugó en 2019 con Roberto Lavagna. Pero ese vínculo se destruyó cuando el exministro de Economía se acopló al Frente de Todos a través de su hijo Marco, hoy al frente del INDEC. El acercamiento de Milei y los Avelín terminó cuajando por el imperio de las circunstancias. Incluso a pesar de las fuertes diferencias ideológicas.

No está claro todavía si Milei puede o no terminar acordando con Juntos por el Cambio a nivel nacional. Habrá intentos seguramente. De hecho hay importantes referentes del PRO, como Patricia Bullrich, que le viven mandando mensajes públicos para tender puentes. Pero aún en esa hipótesis de una eventual alianza, el economista tendrá mejores cartas para jugar si ha logrado edificar una base más grande que el área metropolitana de Buenos Aires y las redes sociales. Es en ese punto exacto en que la política se vuelve una carta insustituible.

Si Milei acuerda con Juntos por el Cambio, su negociación será más ventajosa en tanto y en cuanto pueda mostrar un mayor capital electoral. Todos los activos políticos que logre sumar tendrán cierto valor a la hora del diálogo definitivo.

¿Acaso Cruzada Renovadora le puede ofrecer a Milei un caudal de votos relevante en 2023 en San Juan? No parece ser la clave de la negociación en este momento. La transferencia de votos hacia arriba o hacia abajo se verá en las encuestas y finalmente en las urnas. Pero en esta instancia previa cuenta mucho más la arquitectura política, la construcción de una territorialidad que el economista no tiene. 

Esto es lo que los Avelín se la pueden dar a Milei en la provincia. Un despliegue y una llegada a sectores que todavía no lo escuchan. A cambio, los cruzadistas obtienen una referencia nacional importante, luego de que Juntos por el Cambio les cerrara la puerta con llave.

Es un entendimiento complicado igualmente. Milei es un liberal acérrimo, mientras los Avelín son defensores del Estado como herramienta para imulsar el desarrollo. Compatibilizar a unos con otros parece misión imposible. En Banda Ancha el presidente de Cruzada Renovadora confió en que podrán coexistir, unificados en torno de un intangible: 'la decencia'. ¿Alcanza una definición moral o ética para convivir con tantas divergencias? Se verá en adelante.

Otro aspecto difícil del acuerdo con Milei es la unidad de Consenso Ischigualasto. Hace tiempo se venía barajando la posibilidad de que Milei entrara por alguna fuerza provincial y eso genera diferencias internas en la alianza de los dinosaurios. Por eso Avelín cuenta con que Sergio Uñac desdoble la elección provincial de la nacional. Solo así podrían disociar una cosa de la otra. El que quiera acoplarse con Milei podrá hacerlo y el que no, podrá irse con otro presidenciable. Todo esto, sin afectar el frente provincial para disputar los cargos locales.

Milei seguirá dando que hablar a nivel nacional y de ahora en adelante, cada cosa que haga o diga tendrá repercusión directa en San Juan, porque habrá quien pueda responder por él. Será la verdadera prueba de fuego para la relación que recién comienza.

'Creemos que una oposición distinta a la de Cambiemos es necesaria para el país', dijo Avelín este lunes en Banda Ancha. Reveló que el año pasado Patricia Bullrich, que es amiga suya, le dejó de atender el teléfono influenciada por la dirigencia macrista sanjuanina. No hay demasiado por agregar. El afecto se quebró.

Peor aún están las cosas con Marcelo Orrego, el líder inequívoco de Juntos por el Cambio en San Juan. 'No lo conozco, nunca he tenido relación, siempre se ha negado a conversar con nosotros', disparó Avelín. La fractura de la oposición parece sellada para 2023, al menos en lo provincial. Y esa siempre será una buena noticia para el Frente de Todos.

JAQUE MATE