Pasadas las primarias presidenciales del 11 de agosto, el peronismo, el bloquismo y demás aliados del Frente de Todos que tienen despliegue en la Ciudad de San Juan, sintieron el azote de las urnas. Mientras el oficialismo justicialista obtuvo una holgada victoria a nivel provincial e incluso logró imponerse en 18 departamentos, en Capital se dio la relación inversa. Lejos de mejorar el guarismo el domingo pasado, en la elección general, el macrismo amplió considerablemente su ventaja.

La diferencia a favor de Juntos por el Cambio el 11 de agosto había sido de unos 13 puntos por encima del Frente de Todos. Esa distancia se estiró a 20 puntos este 27 de octubre, de acuerdo al escrutinio provisorio con más del 99% de las mesas escrutadas. Este fue el saldo para la categoría de presidente y vicepresidente de la Nación, en tanto que para diputados nacionales Marcelo Orrego le sacó 22 puntos de ventaja a la lista encabezada por José Luis Gioja.

El dato resulta muy llamativo en el contexto general de San Juan, donde Alberto Fernández alcanzó el 53%, cinco puntos más que el resultado nacional, y Mauricio Macri apenas superó el 35%, cinco unidades menos que su registro en los 24 distritos que componen el mapa argentino. Para la categoría de diputados nacionales, a fuerza de corte de boleta, Orrego logró pasar el 38%. Es decir, tres puntos más que su fórmula presidencial, Macri-Pichetto.

Pero no solamente resultó llamativo el contraste entre el promedio provincial y el resultado directamente inverso obtenido en Capital. También dejó mucha tela para cortar un aparente contrasentido: el municipio es gobernado por el PJ desde 2007 de manera ininterrumpida, habiendo ganado por amplio margen el 2 de junio pasado el actual ministro de Gobierno Emilio Baistrocchi. 

El electorado capitalino evidentemente tuvo la autonomía para separar los tantos. Hubo una importante porción de vecinos que votaron por Baistrocchi para intendente pero luego en agosto y mucho más en octubre, volcaron su preferencia hacia los herederos de Cambiemos. Explicarlo llevará un tiempo. Hay cuatro juntas departamentales del PJ con asiento en Capital. Idéntica cantidad de comités bloquistas. Sin embargo, la movilización política no alcanzó. No faltará quien se pregunte si se quedaron cortos por falta de entusiasmo.

Párrafo aparte para Santa Lucía y Rivadavia. Los bastiones de Producción y Trabajo hicieron un culto de la tijerita. 

En su propia casa, en Santa Lucía, Orrego se impuso cómodamente por 50 puntos contra 43 de Gioja, pero para presidente y vice, Fernández le sacó 5 puntos de diferencia a Macri. El corte de boleta le permitió al intendente terminar con 2600 votos más que su propia fórmula presidencial. Por supuesto, cabe preguntarse hasta qué punto este comportamiento fue o no alentado sottovoce durante la campaña. En todo caso, fue efectivo visto desde el búnker orreguista.

Algo similar ocurrió en Rivadavia. Por unos 300 votos, la lista encabezada por Orrego se impuso a la de Gioja en este departamento, aunque para la categoría de presidente y vice ocurrió lo opuesto, quedando 600 votos arriba Fernández sobre Macri.

El corte de boleta en Rivadavia, a favor de Orrego y en perjuicio de Macri, fue de unos 700 votos. Bastante más sutil que el de Santa Lucía, pero igualmente efectivo para que el ex candidato a gobernador pueda arrogarse la victoria en el disputado eje Este-Oeste del Gran San Juan.

Son apenas las primeras lecturas de una elección que, más allá de los resultados y los festejos, dejan reproches internos y cuentas por sacar a futuro. Al fin y al cabo, en 2021 habrá que regresar a las urnas.


JAQUE MATE