La política, jugando al distraído
La crisis económica y el clima social enrarecido pusieron las especulaciones electorales en un segundo plano. Pero el movimiento sigue por lo bajo. Expectativa por un fallo en segunda instancia.
Un discreto bocinazo este lunes por la noche en los alrededores de la plaza 25 de Mayo sirvió de recordatorio. Frente a la situación económica dramática y los reclamos sociales, parece menos oportuno que nunca hablar de política por estos días. Pero no significa que el asunto electoral haya quedado en pausa. Los movimientos siguen por debajo, alejados de la vista del público. A tientas, porque el sistema de votación todavía está en tela de juicio. Nunca mejor dicho. La palabra final depende de los Tribunales y, a la luz de los antecedentes, todo puede suceder.
Tanto el oficialismo como las diferentes expresiones de la oposición se mostrarán artificialmente indiferentes a la cuestión electoral. En los últimos días hubo apenas un par de eventos que salieron a la luz por la magnitud que alcanzaron, por el calibre de los invitados. Fue el virtual lanzamiento de Andrés Chanampa en Chimbas y el de Francisco Guevara en Rivadavia. ¿Son los únicos que están en movimiento? Para nada. Hay una verdadera ebullición. Pero la regla general parece ser conservar el bajo perfil.
Con micrófonos y cámaras encendidas, la prioridad estará puesta en la gestión. Para el oficialismo la misión será defender el gobierno. Para la oposición, atacar todos los puntos débiles. Apartados discursivamente de las urnas. Eso puede esperar, al menos delante de la gente.
Lo cierto es que la política no descansa mientras se acelera el año y empieza la cuenta regresiva para el segundo semestre. Si las elecciones provinciales fueran desdobladas -y esto es una posibilidad fuerte- entonces el momento de posicionarse es ahora. En 2023 vendrá la hora de medir. El que no haya despegado, sabrá que tiene chances nulas de intentar siquiera una candidatura.
Esto está sucediendo a escala provincial y en cada municipio, en todo el abanico político sin distinción de partidos. Igualmente se percibe la respiración contenida. No solo el contexto económico y social impone caminar con cautela, sino también la falta de reglas claras para competir el año que viene.
En los papeles, sigue vigente el sistema de primarias abiertas, simultáneas y obligatorias, porque la jueza en lo Contencioso Administrativo, Adriana Tettamanti, declaró inconstitucional la ley que derogaba aquel régimen. Como es sabido, la magistrada falló a favor de los planteos impulsados por el giojismo y Juntos por el Cambio. Pero esa situación es precaria.
El fiscal de Estado, Jorge Alvo, ya activó las apelaciones contra ambos fallos. En Banda Ancha el funcionario ratificó lo que puso por escrito: considera que la jueza Tettamanti fue arbitraria y subjetiva. Y que sus sentencias no tienen la menor posibilidad de prosperar apenas sean revisadas en segunda instancia.
Sin embargo, Alvo no tiene garantías más allá de la seguridad con que expuso sus argumentos. Así como la jueza Tettamanti resolvió en su contra, la mirada de los tres jueces de la Sala IV de la Cámara Civil es un misterio. Solo se conocerá el día que le pongan la firma a su resolución.
Una alta fuente con experiencia en temas electorales consideró, en confianza, que será muy difícil sostener las PASO. Hay una doctrina que impone respetar la competencia de origen del Poder Legislativo. Invalidar una ley sancionada por la Cámara de Diputados sólo podría prosperar en un caso extremo. Bueno, la jueza Tettamanti consideró que esta vez había razones suficientes para avanzar en ese sentido. Pero no es lo habitual.
Esa contradicción de perspectivas es lo que deja final abierto al capítulo electoral y pone un manto de incertidumbre a los que tienen aspiraciones para el año que viene. Si finalmente la Cámara Civil confirma las PASO, ese escenario será muy diferente a que no haya primarias. Sin margen para seguir aplicando modificaciones al sistema de votación por una cuestión de plazos, volverían las internas partidarias como en 1983, cuando regresó la democracia.
Para aplicar alguna solución intermedia, habría que generar un consenso político fenomenal que involucrara a dos tercios de los diputados. Y eso hoy parece muy difícil, más allá de que hubo algún paréntesis no hace mucho en que podía prosperar un acuerdo semejante. Fue cuando trascendió la idea de una ley de participación ampliada, o 'lepa'. Una versión moderna de la antigua y mal vista ley de lemas.
Todo, absolutamente todo esto, quedó subordinado al análisis jurídico que hagan tres sanjuaninos. Son los integrantes de la Sala IV de la Cámara Civil: Juan Jesús Romero, María Josefína Nacif y María Eugenia Varas.
Si coinciden con Tettamanti habrá PASO, pero quedará igualmente una ventana abierta para que Alvo acuda a la Corte de Justicia de manera extraordinaria. Igualmente sucedería con la oposición si la Cámara revocara el fallo de primera instancia y derribara definitivamente las primarias. Buscarían la manera de comprometer a los cortistas para revertir el asunto. Para el ciudadano común esto es un embrollo, con seguridad.
Para quien no está habituado a tratar con estas cuestiones judiciales, el tema se puede volver abstracto y complejo. Hasta podría generar fastidio. ¿Por qué invertir tanto esfuerzo en el sistema electoral si hay urgencias económicas y sociales que demandan toda la energía? Bueno, ese es precisamente el motivo por el cual la política le ha bajado el perfil a esta disputa.
No por ello deja de ser importante. De la Justicia dependerá cómo elegirán los sanjuaninos y las sanjuaninas a su próximo gobernador, vice, diputados, intendentes y concejales.
Para los dirigentes, está en juego el reparto del poder para los próximos cuatro años. No es poca cosa. Las PASO permiten la competencia interna con cierta y relativa facilidad. Pero al mismo tiempo, rara vez resuelven la disputa. El que gana sigue solo y el que pierde se aleja o, peor aún, conspira contra su ex-rival interno y termina dándole una mano al que está en la vereda de enfrente. Hay sobrados antecedentes de revanchas de esta naturaleza. Fue una de las razones por las que muchos aplaudieron la disolución de las primarias.
Es cierto que invertir tiempo en estas especulaciones parece una pérdida de energía. Primero hay que ver cómo se llega a diciembre, en un año tremendamente desafiante, con un clima enrarecido por la crisis económica. No menos cierto es que el calendario sigue corriendo y, sea como fuere, habrá competencia. Aunque la política y los políticos sigan jugando al distraído.
JAQUE MATE