La pregunta correcta no es quién será el presidente del futuro bloque justicialista de la Legislatura, aunque ya hay nombre tentativo: Pablo García Nieto. El verdadero interrogante es quién asumirá la conducción política de esa bancada. A quién obedecerá la mayoría de diputados y diputadas opositores a Marcelo Orrego. Puntos suspensivos hasta el 22 de octubre.

Dentro de nueve días, Sergio Uñac se enfrentará a la última chance de salvar el año. Si resulta electo senador nacional, podrá sostener su ascendencia en la lista de legisladores que él mismo confeccionó para el 14 de mayo pasado. Hubo conversaciones en privado, sin eufemismos, para aclarar este punto.

Si Uñac no lograra un resultado satisfactorio el 22 de octubre, es decir, si quedara fuera del Senado, no tendrá más argumentos. Logró sobrevivir a las PASO del 13 de agosto, cuando derrotó a Juan Carlos Gioja. Pero fue apenas una posta. Falta llegar a la línea de meta, en un escenario muy delicado.

Mientras una porción del justicialismo espera con ansias que Uñac revalide su caudal electoral para relativamente mantener el orden establecido hasta ahora, otro sector deshoja la margarita para reclamar que finalmente se aparte de la conducción. ¿Hace falta ponerle nombre a este grupo?

En estricto off the record, un integrante de la próxima Legislatura reveló un breve diálogo que mantuvo días atrás con Uñac: 'Sergio, si no ganás, ¿a quién sigo?'. Desde su génesis, el peronismo no entiende de libres pensadores. Demanda verticalismo. Conducción. Es lo que entró en crisis este año y se agravó tras la derrota del 2 de julio.

Impedido de competir por otro mandato por un fallo de la Corte Suprema, Sergio impulsó a su hermano Rubén Uñac como candidato a gobernador y el resultado fue pobre. Quedó tercero, detrás de José Luis Gioja. Pese a la sumatoria fabricada por el sistema SIPAD -la nueva Ley de Lemas- les ganó Orrego. 

Fue el punto final para 20 años de gobiernos justicialistas en San Juan. ¿Quién fue el responsable? O, apelando a una frase hecha: ¿quién fue el mariscal de la derrota? La respuesta dependerá de quién conteste

El uñaquismo dirá que hubo una conjunción de factores. Desde la intervención de la Corte a pedido de Juntos por el Cambio, hasta el daño ocasionado por la interna peronista. El giojismo dirá que todo fue culpa de Uñac, por empecinarse en otra reelección y haber desatendido a los sectores históricamente identificados con el justicialismo.

En todo caso, los señalamientos cruzados entraron transitoriamente en tregua, debido al remezón que sufrieron el 13 de agosto. La ola libertaria les demostró que, además de haber perdido la provincia, también corrían el riesgo de perder la Casa Rosada y quedarse incluso fuera del Senado. Inconcebible para el poderoso PJ sanjuanino.

El calendario electoral desmembrado por la cautelar de la Corte Suprema dejó una Legislatura atípica para el próximo gobierno. Orrego tendrá que gestionar con un bloque oficialista de apenas un tercio del recinto. Los libertarios tendrán una banca. Y el resto, casi dos tercios, quedará en manos de la alianza peronista-bloquista.

¿Significa que todos funcionarán en un solo bloque armónico y alineado con la misma conducción política? No, de ninguna manera. Desde el arranque, el justicialismo y sus aliados compitieron en dos subagrupaciones: uñaquismo por un lado, giojismo por el otro. Dentro de los primeros estuvo el bloquismo, que ya anunció su desprendimiento.

El presidente del partido de la estrella, Luis Rueda, anunció en Banda Ancha que mantendrán su identidad en la próxima Legislatura aunque también se comprometió a seguir alineado con Uñac políticamente. Para eso, Uñac debería ganar su senaduría en dos domingos, valga la obvia aclaración.

Entonces, la separación entre uñaquismo peronista y uñaquismo bloquista sería apenas una cuestión semántica. Y de cargos asociados, por supuesto. Por cada bloque creado habrá secretario y asesores. Es una estructura imprescindible para contener a algunos dirigentes y militantes que quedarán cesantes el 10 de diciembre en diversas áreas del Poder Ejecutivo. No es poco.

Los dos diputados giojistas, Mario Herrero y Graciela Seva, ¿se integrarían al bloque justicialista si quedara bajo la conducción política de Uñac? De ninguna manera. Habrá que pensar en la extensión del bloque Lealtad que nació tras aquella explosiva sesión en la que se suprimió la ley de primarias en diciembre de 2021.

Pero también estará Franco Aranda con el sello del Frente Renovador. Difícilmente el legislador electo resigne tener su propio bloque a partir del 10 de diciembre. Y quedará pendiente la decisión del gramajista Gabriel Sánchez. ¿Habrá bloque 'San Juan te quiero'? El intendente chimbero no quiso contestar al respecto cuando fue consultado oportunamente en Banda Ancha. Es algo pendiente.

Si se restan los tres bloquistas, al bloque uñaquista le quedarían once diputados departamentales, incluyendo a la legisladora de Cristian Andino. Y seis proporcionales. Si se mantuvieran los diecisiete unidos, en coordinación con los correligionarios bloquistas, tendrían holgada mayoría propia en el recinto. Pero esta cohesión interna dependerá absolutamente del resultado del 22 de octubre.

Si Uñac ganara su escaño en el Senado, podrá hacer sentir su cuota de poder en esa mayoría opositora a Orrego. De alguna manera, tomará el rol de Roberto Basualdo en las últimas dos décadas. La gran diferencia es que Basualdo nunca tuvo mayoría. Tampoco tuvo interna. En cambio, la disputa peronista tiene cuerda para rato.


JAQUE MATE