Todo indica que las mujeres serán protagonistas excluyentes en las elecciones legislativas del segundo semestre. La primera razón será la ley de paridad de género. La segunda, es que seguirá creciendo la ola feminista que pone en valor al género tantas veces menospreciado y hasta invisibilizado. De mujeres habrá que hablar, entonces. Mucho.

Ya está sucediendo en las mesas de café. En cada charla política se tejen conjeturas con acento femenino. Hay cierta unanimidad acerca de que el gobernador y presidente del PJ en San Juan, Sergio Uñac, optará por una mujer para encabezar la lista de diputados nacionales. Frente a esa hipótesis, comenzó la danza de nombres.

Ya hablamos en esta columna de opinión acerca de la ministra de Gobierno, Fabiola Aubone. Pica en punta en los ensayos trazados por los operadores políticos de turno, con alguna señal del propio Uñac. Es una funcionaria de su máxima confianza. No sería sorpresivo si resultara finalmente la elegida para liderar la nómina de diputaciones.

Pero no es asunto cerrado ni mucho menos. Posiblemente ni el mismísimo gobernador tenga el tema resuelto en su cabeza. La política es dinámica los escenarios, cambiantes. Entonces, en las especulaciones apareció también otra dirigente que empezó a abrirse espacio y goza de buena consideración en Libertador y Paula. Se trata de la diputada justicialista Fernanda Paredes.

Es legisladora provincial. Integró la lista de proporcionales que acompañó a la fórmula Uñac-Gattoni en 2019. Pero antes había sido la segunda candidata suplente en las elecciones nacionales de mitad de mandato de 2017. Es decir, ya sabe lo que significa aspirar al Congreso. Todos recuerdan que en aquella campaña recorrió toda la provincia cursando su embarazo. No se amilanó.

En aquel comicio de 2017, la banca femenina fue para Daniela Castro. Cuando la ahora viceministra de Agustín Rossi en la cartera de Defensa renunció al Parlamento en diciembre de 2019, Paredes quedó a tiro para sucederla y completar los dos años de mandato restante. Pero no ocurrió.

Como aquellas elecciones ocurrieron antes de la ley de paridad de género, a Daniela Castro la debía suceder el tercero inmediato en la lista, es decir el bloquista Luis Rueda. Pero él renunció a esa posibilidad y abrió el paso a los suplentes. Entonces fue cuando resultó convocado Francisco Guevara, relegando a Paredes para otra oportunidad.

Fernanda habría sucedido a Daniela en el contexto actual, porque cada banca femenina debe ser ocupada por otra mujer, independientemente del lugar que hubiera ocupado en la lista original.

Ese episodio dejó un antecedente importante a favor de Paredes. Se reunió en aquel momento con el gobernador y lo hablaron con serenidad. Mantuvo en todo momento la conducta partidaria. Se allanó a la posición oficial. Esas cosas cuentan.

Ahora, de cara al sol, la legisladora provincial no oculta su vocación de ir por el ascenso al Congreso. No se escondió el viernes pasado en Banda Ancha cuando fue consultada expresamente por una eventual candidatura. Dijo que estará donde tenga que estar, donde la necesiten. 

Acto seguido, planteó una enérgica defensa del discurso del presidente Alberto Fernández ante la Asamblea Legislativa. Y fue más allá al decir que el proyecto necesitará de diputados propios en el Congreso para poder llevar adelante el plan de gobierno anunciado. Respaldó también la comisión revisora del Poder Judicial. Y hasta se le escapó algún elogio en privado, al alegato de Cristina Fernández de Kirchner frente a la Cámara de Casación por la causa dólar futuro.

Son todas cuestiones que deberían brotar con naturalidad de todo legislador o aspirante a legislador adscripto al proyecto político que defiende. Sin embargo, en algunas ocasiones cuesta bastante escuchar ese nivel de alineamiento frontal, que involucra pagar el costo del señalamiento. Estar de un lado de la grieta, automáticamente abre el frente de choque con el otro lado.

Paredes parece estar dispuesta a jugar ese rol. A confrontar en caso de ser necesario. Y volver a recorrer la provincia pidiendo el voto en un contexto difícil, mucho más que en 2017 cuando el PJ era oposición del macrismo. Ahora habrá que salir a poner la cara para justificar el presente y renovar las expectativas a futuro.

La lapicera de Uñac seguramente escribirá muchos otros nombres hasta que llegue la hora de las definiciones. Mientras tanto, vendrán meses para hablar de mujeres. Como nunca antes. Paredes es una de ellas. Tal vez le toque la revancha.


JAQUE MATE