Las reglas del juego
Uñac podrá, voluntaria o involuntariamente, incidir en el futuro de la oposición en 2023 al momento de firmar el decreto de convocatoria a elecciones.
Sergio Uñac podrá, voluntaria o involuntariamente, incidir en el futuro de la oposición en 2023 al momento de firmar el decreto de convocatoria a elecciones. Más allá de la supresión de las PASO, que ya es ley, le quedará un as bajo la manga: la posibilidad de despegar los comicios de lo nacional. Hay fuertes versiones en Casa de Gobierno acerca de esa decisión aunque, faltando todavía dos años, parece prematuro aventurarse tanto. Si finalmente hay desdoblamiento, la oposición seguirá dividida como hasta ahora.
Desdoblar implicará que Juntos por el Cambio y Consenso Ischigualasto marchen cada uno por separado. Si las elecciones fueran simultáneas, entonces lo nacional tendría mayor incidencia en lo provincial. No es secreto que las cúpulas porteñas del PRO, la UCR y la Coalición Cívica hace tiempo vienen pidiendo un mayor esfuerzo para sellar la unidad en San Juan. En 2021 fue inviable. Después de la agresiva campaña encabezada por Marcelo Arancibia quedaron profundos resentimientos. Irreversibles, aparentemente.
Si Uñac dispusiera finalmente jugar en simultáneo con Nación en 2023, tanto Juntos por el Cambio como Consenso Ischigualasto terminarían encolumnados piramidalmente debajo de la misma referencia porteña. Con algún matiz por ahí, seguramente. Pero hermanados bajo un manto de piedad tendido desde Buenos Aires.
La foto de Arancibia con Elisa 'Lilita' Carrió abona esta hipótesis. El excandidato de Consenso Ischigualasto se sentó al lado de la líder de la Coalición Cívica con motivo del festejo de los 20 años del partido fundado por ella. En el caso de comicios simultáneos, los dinosaurios sanjuaninos tendrían cobijo. Al menos, encontrarían alguna puerta abierta para presionar a Marcelo Orrego para que esta vez sí permitiera la confluencia.
Por otro lado está la vocación de los radicales. El flamante presidente partidario a nivel nacional, el gobernador jujeño Gerardo Morales, ratificó que quieren incorporar hasta peronistas para el esquema de 2023. Con mayor razón buscarán sumar todo lo que se pueda en cada provincia. San Juan, que es tierra árida para la UCR, ¿podría permitirse despreciar una base de sustentación más amplia?
Por supuesto que Orrego tiene la sartén por el mango. El santaluceño sigue siendo señalado por todos y todas como el candidato a gobernador indiscutido. Termine siéndolo o no, en 2021 logró consolidar su liderazgo. Pudo verticalizar el frente. Romper con la horizontalidad que había construido su mentor, Roberto Basualdo, que tantas veces derivó en estampida.
La presencia del referente de ADN, Martín Turcumán, en la sesión legislativa del jueves pasado también fue significativa. El excandidato a gobernador, uno de los fundadores de Consenso Ischigualasto, se subió a la estrategia de Arancibia de criticar con ferocidad el 'colaboracionismo' orreguista en la Cámara de Diputados. Pero la picante confrontación por la eliminación repentina de las PASO generó un cambio.
Turcumán publicó un posteo en sus redes sociales sobre la actitud de los legisladores que tanto había criticado. Ponderó el temperamento exhibido por la oposición. Sugirió que hay todavía un camino por recorrer. Saben de uno y otro lado que el 2023 arranca de inmediato. Y que los tanteos previos se iniciarán en febrero próximo a más tardar.
Las necesidades nacionales y las voluntades provinciales se encontrarán siempre con un filtro: Orrego. De su mirada dependerá el futuro de la coalición. Sobre todo, si entiende que esta vez tiene chances de alcanzar el poder. La generosidad en el reparto de lugares suele ser proporcional a esa posibilidad de ganar. El que está más cerca se vuelve más prudente, reacio, que el que está más lejos. No es el 'teorema de Baglini' pero se parece bastante.
Queda muy poco margen de aproximación luego de la embestida de Arancibia contra Enrique Conti. El excandidato dinosaurio llevó a la Legislatura una denuncia contra el vocal del Tribunal de Cuentas por haber contrariado la inhibición que tiene por ley para hacer política. Con apoyo del PJ y del propio bloquismo, motorizaron la intervención del Jurado de Enjuiciamiento. El exintendente de Capital quedó al borde de la destitución.
Orrego y los suyos anotaron esa jugada de Arancibia como un favor para el Frente de Todos, porque ocurrió en medio de la campaña legislativa. El episodio fue el que trascendió con gran visibilidad, pero también hubo otras cuestiones menos difundidas que dejaron heridas incurables. Basta apagar los micrófonos y las cámaras para que aparezcan las quejas.
En Consenso Ischigualasto son conscientes de que la relación con Orrego está muy deteriorada y tiene mínimas posibilidades de restauración. Sin embargo, un escenario de elecciones simultáneas con Nación podría reordenar las prioridades. Si el candidato presidencial es uno solo y por debajo deben alinearse todas las expresiones sanjuaninas antiperonistas, bueno, ese escenario los pondría a todos del mismo lado. Con o sin voluntad.
Pero si, como dicen los rumores, Uñac está pensando en convocar a elecciones provinciales en junio de 2023 para que San Juan resuelva sus cargos antes, estaría repitiendo en cierta medida el escenario de 2021. Para Casa de Gobierno sería pura ganancia, desde ese punto de vista. La oposición nuevamente estaría en carriles paralelos que ni siquiera se rozan.
Consenso Ischigualasto, con Turcumán a la cabeza, le mandará señales a Orrego con el recordatorio de los números del 14 de noviembre. Juntos por el Cambio perdió por menos de dos puntos. Aunque en política algunas sumas restan, el sentido común indica que podrían haber ganado esta vez si hubieran competido unidos. Orrego pondrá freno a tales especulaciones. Dejará correr el tiempo. Y estará sumamente atento a las señales de Paula y Libertador. Porque en definitiva, las reglas del juego vendrán de ahí.
JAQUE MATE