Los Gioja e Ibarra, en una histórica elección
Rawson es mucho más que el primer distrito en cantidad de electores. Tiene una alta carga simbólica para un superclásico peronista.
Hay varias maneras de analizar y entender lo que está en juego en Rawson, el distrito más poblado y por lo tanto el más importante en términos cuantitativos en la provincia. No se puede agotar la lectura en lo numérico. Existe un factor adicional de carácter simbólico: en este territorio sucederá una pulseada histórica el 14 de mayo.
Han pasado exactamente 20 años desde que Mauricio Ibarra llegó por primera vez a ese municipio, imponiéndose por encima de otros justicialistas que contaban con una estrecha relación con José Luis Gioja, el gran decisor de aquella época. Por ejemplo, Juan Carlos Gioja o Daniel Tomas.
El elegido en 2003 fue efectivamente Ibarra y no se equivocó el entonces senador y candidato a gobernador, porque lograron conquistar el bastión. Desde ese lugar Ibarra se erigió como uno de los importantes referentes de la renovación, a la par del pocitano Sergio Uñac o el sanmartiniano Cristian Andino.
Desde Rawson Ibarra buscó despegar con autonomía. Se atrevió a confrontar con los Gioja y terminó de romper cuando José Luis impulsó a su hermano César para el senado en el año 2005. Lo que sucedió a continuación es historia conocida.
Los Gioja desplazaron a Ibarra de la Intendencia de Rawson. Juan Carlos ganó en 2011 y retuvo el municipio en 2015. El otrora joven prometedor tuvo que dar un largo periplo, fundó su propio partido político y volvió finalmente al PJ en la interna de marzo de 2020, de la mano de Uñac.
Ibarra tiene la posibilidad de ganar el 14 de mayo. Es uno de los candidatos mejor posicionados. Enfrente estará nada menos que Juan Carlos. Otra vez. Este superclásico peronista da un condimento adicional y un interés específico a Rawson en 2023.
Hay otros referentes en la discusión. Está por supuesto Carlos Munisaga y un amplio abanico que va desde el bloquista Claudio Bonomo hasta el referente de Juan Grabois, Eduardo Camus; o los justicialistas Marcos Andino y Silvia Pérez. Pero esta pulseada entre Ibarra y los Gioja cuenta con un rasgo exclusivo y es la carga histórica.
Coincidió este jueves en Banda Ancha el cruce virtual entre uno y otro. Estaba despidiéndose Ibarra del estudio de televisión después de una extensa entrevista en la que se abordaron cuestiones inherentes a la gestión y de repente apareció desde Chimbas y a través del móvil José Luis Gioja.
Uno de los periodistas le preguntó al candidato a gobernador por Ibarra. Lo que vino a continuación fue un reconocimiento mutuo. Gioja valoró el ímpetu y también marcó las equivocaciones de Ibarra. Que se fuera del justicialismo sigue siendo una mochila.
El intendente que quiere volver escuchó a Gioja en Canal 13. No ocultó un dejo de nostalgia. Una cuota de simpatía. Incluso esa afinidad que solo tienen los que pueden leerse entre líneas porque se conocen de toda la vida.
Ibarra se formó políticamente bajo el ala de José Luis Gioja, como lo hizo una buena parte de la dirigencia de esta generación. Pero existe una dualidad entre ese reconocimiento y el reclamo del recambio. La renovación fue el principal motivo de la controversia peronista en los últimos años.
Para los Gioja, Rawson el próximo 14 de mayo tendrá sabor a revancha. Es el bastión de José Luis y de Juan Carlos que lograron retener en 2019 cuando le ganaron la interna al uñaquismo a través de Rubén García. Luego esa victoria se fue desdibujando y el intendente terminó rompiendo con el giojismo que lo había llevado al poder.
Hoy por hoy los Gioja no tienen injerencia en el Poder Ejecutivo Municipal. Van por el regreso y lo hacen con Juan Carlos como principal referente de esta corriente. Enfrente se encontrará con otro histórico, con Ibarra, y se reeditará de esta manera aquella pulseada justicialista que ya tiene 20 años.
Vale reiterar que hay otros actores de peso en esta elección, otras figuras con posibilidades de imponerse. Munisaga entre ellos. Sin embargo, a través de Munisaga, Ibarra también podría anotarse una victoria parcial. Al fin de cuentas el secretario de Seguridad salió de su espacio, emergió desde el ibarrismo.
El giojismo en cambio tiene un solo tiro y es el que va a jugar con Juan Carlos. Contará con el apoyo de los votos que sume Roberto 'El Yeyo' Sosa. Pero dependerá fundamentalmente del efecto arrastre que le pueda brindar José Luis en ese territorio.
Ganar Rawson para el giojismo significará tener un distrito propio por los próximos cuatro años. Perder significaría un golpe muy importante, por obvias razones. Para Ibarra en cambio pudiera existir una 'derrota light' si ganara Munisaga. El escenario más agrio para el exintendente sería ver emerger nuevamente al giojismo como fuerza todopoderosa e imbatible en el gigante del Sur.
Por supuesto que a los Gioja y a Uñac los desvela la Gobernación y ese es el punto central de interés a 30 días del comicio. Pero una cosa va de la mano de la otra. Ganar Rawson siempre será estratégico para lo provincial. Aún así, hay mucho más en juego que un montón de votos.
JAQUE MATE