Los K y los M se pintan para la guerra en la grieta docente
El líder de UDAP, Luis Lucero, disparó munición pesada contra los que se manifiestan ahora pero mantuvieron silencio en los cuatro años de Cambiemos. También aparecieron fisuras en la paritaria. Esto recién empieza.
Sería un exceso decir que eran macristas todos los docentes autoconvocados que se manifestaron en el Centro Cívico, mientras se desarrollaba la paritaria adentro. De hecho, había reconocidos militantes de izquierda, como el excandidato a diputado nacional Cristian Jurado. Pero sobrevoló un pase de factura semejante este miércoles en Banda Ancha, en boca de Luis Lucero. El líder de UDAP fue apuntado por los disidentes por su afinidad ideológica con el Frente de Todos. Damas y caballeros, sean bienvenidas y bienvenidos a la grieta docente, donde los K y los M se pintan para la guerra.
Viene de larga data la confrontación, aunque posiblemente nunca se haya visibilizado de esta manera. Lucero explotó en vivo en Canal 13, aún a sabiendas de que solo generará una reacción igualmente virulenta del otro lado. Lo dicho: habrá guerra.
Lucero les echó en cara que no salieron a manifestarse, no salieron a protestar durante la gestión de Mauricio Macri y Cambiemos entre diciembre de 2015 y diciembre de 2019. En ese lapso la CTERA se puso al frente de los reclamos por el cierre de la paritaria nacional y otras políticas perjudiciales para los trabajadores de la educación. Claro, esta postura le valió a la central docente ser tachada de kirchnerista.
'En 2015 tuvimos cosas graves, el cambio de políticas. Pasaron cosas que muchos que hoy salen a la calle no aparecieron entre 2015 y 2019. Esto no es confrontar, es aclarar', dijo Lucero delante de las cámaras. Y que estalle todo.
El líder de UDAP apuntó a la gestión de Alejandro Finocchiaro, el ex ministro de Educación del macrismo. Dijo que el presupuesto educativo bajó de 6,45 a 4,75, que cerraron escuelas e institutos de formación, que se cayeron programas y planes que hoy empiezan a recuperarse lentamente. Pero lo más grave de todo, a su juicio, fue perder la paritaria y dejar a los docentes librados a su suerte en cada provincia. Una suerte dispar.
Haciendo gala de su oficio docente, Lucero trajo al estudio de televisión un cuaderno anillado escrito con bolígrafo negro, con su propia letra. Así repasó la evolución del salario básico docente partiendo de lo que dejó el macrismo hasta la actualidad:
El ingreso prácticamente se triplicó en tres años, incluso por encima de la inflación, destacó Lucero. Pero fue más allá. Contó que entre enero de 2021 y diciembre de 2022, con la última paritaria, los docentes tendrán un incremento homologado del 114 por ciento, que puede seguir subiendo en caso de la reapertura de la negociación en julio, como quedó acordado con las autoridades.
Tratándose de números, todo esto sería inobjetable. Pero no. Está la disconformidad de un amplio sector docente que no se reconoce militante político y que mira la disparidad de salarios con colegas de otras provincias, porque hay una raíz histórica que nunca se corrigió. Sobre ese malestar se proyectan los autoconvocados que intentaron infructuosamente abrirse un lugar en la paritaria.
La ministra de Educación, Cecilia Trinchado, rechazó reconocerles representatividad porque, en verdad, no la tienen. No cuentan con personería gremial y hasta tanto eso no suceda, legalmente no pueden arrogarse la palabra colectiva de un sector. Esto no les impidió movilizarse ruidosamente en distintos momentos. El más reciente fue durante la paritaria. Antes, el año pasado, también salieron en caravana para rechazar el retorno a la presencialidad voluntaria.
La modalidad bocinera coincidió con el grupo de autoconvocados que se opuso a las medidas restrictivas en pandemia y eso los dejó muy cerca a unos de otros. Decir que hay docentes antivacunas sería erróneo, porque es uno de los sectores que casi en su totalidad admitió inmunizarse. Pero la estética del reclamo, las caravanas vehiculares, emparentó una cosa con la otra. La mezcla resultará seguramente incómoda.
No se agota aquí la grieta. Empezaron a aparecer fisuras también entre los sindicatos docentes que integran la paritaria: UDAP, UDA y AMET. Lucero no quiso identificar a sus colegas Julio Roberto Rosa y Daniel Quiroga, pero hizo un tiro por elevación. Deslizó que alguien estuvo filtrando versiones desde esa mesa de negociación, cargando sobre UDAP todo el peso del acuerdo, como si los otros sindicatos hubiesen estado con las manos atadas.
En Canal 13, Lucero les echó en cara que desde el año 2007 hay una ley que le da a UDAP la mayoría de votos para poner un tema en discusión en la paritaria, aprobarlo o rechazarlo. UDAP tiene 3 votos en la paritaria, contra 1 de UDA y 1 de AMET, en el plano formal. Sin embargo, el sindicato mayoritario nunca hizo uso de ese poder y actuó por la vía del consenso con los otros gremios colegas.
'Algo que se haya dicho para afuera desde adentro de la mesa es totalmente mentiroso, es falso', denunció Lucero. En breve tendrá que seguir viéndose de frente con Rosa y con Quiroga en la paritaria. Tal vez la desmentida haya servido de advertencia para frenar cualquier filtración. El líder de UDAP tomó nota de que su cabeza está en juego. Y que posiblemente haya llegado la hora de jugar a matar o morir.
JAQUE MATE