Me gusta/no me gusta: el de la foto y el del conflicto
Este lunes tuvo pulgar arriba un intendente que cosechó un respaldo político importante. Y pulgar abajo tuvo un funcionario por atravesar la primera situación difícil desde que le toca una enorme responsabilidad: darle cobertura de salud a 140.000 personas.
En la sección 'Me gusta/no me gusta' este lunes hubo pulgar arriba para el intendente de Rawson, Rubén García, y pulgar abajo para el interventor de la Obra Social Provincia, Miguel Grecco. El primero, porque obtuvo una foto de alta carga política y nítido respaldo de parte del gobernador Sergio Uñac. El segundo, porque tuvo que enfrentar el primer desafío duro para evitar que 140.000 sanjuaninos y sanjuaninas se quedaran sin una prestación esencial.
García logró una fotogalería de abrazos con Uñac en el Club Unión de Villa Krause, el domingo, con motivo de una reunión en homenaje a las mujeres del departamento. Después de momentos tensos en materia política, el intendente cosechó ese respaldo que le podría dar algo de oxígeno para encarar este año, cuando quedan apenas unos 15 meses para votar. Él pretende la reelección en Rawson, aunque tiene muchas dificultades y sobran las y los pretendientes para relevarlo de la función dentro del Frente de Todos.
Por su parte, Grecco quedó este año al frente de la OSP y le tocó el pasado fin de semana enfrentar un desafío sin precedentes para su gestión: el Colegio Fisiokinésico de San Juan amenazó con cortarle las prestaciones a los 140.000 afiliados y afiliadas, por disconformidad con el monto de los aranceles.
El médico pudo ganar tiempo con una negociación convocada para este lunes. Sin embargo la amenaza colgaba como la espada de Damocles. Con seguridad había un solo resultado posible de ese diálogo y era el acuerdo. Es inimaginable una ruptura entre la OSP y el Colegio Fisiokinésico. Sin embargo, el remezón salió para afuera y generó preocupación.
Para conocer más detalles, mirá el video inserto en esta nota y no lo olvides: cada mañana en Banda Ancha, le damos pulgar arriba y pulgar abajo a algún funcionario o dirigente, por algún motivo concreto. Y quien estuvo arriba hoy, mañana puede estar abajo.