Menos mal que lo dijo el General
Una máxima de Juan Domingo Perón del año 1972 más el imprescindible auxilio de la Ley de Lemas hacen posible otra vez una compulsa interna al más alto nivel.
'Peronistas somos todos', le dijo Juan Domingo Perón a un periodista español en 1972, preparándose para su regreso a la Argentina. Cincuenta y un años después, aquella definición del General emerge como salvavidas para sostener la forzada unidad entre uñaquistas y giojistas. Funciona la consigna justicialista y también el imprescindible auxilio de la Ley de Lemas.
El nuevo sistema electoral SIPAD sancionado el 8 de septiembre del año pasado por la Legislatura le puso un transitorio paño frío a la disputa peronista sanjuanina. Más allá de las diferencias, los votos de unos y otros terminarán sumándose. La clave estará en quién se lleve el pozo acumulado, como si se tratara de un sorteo del Quini.
Será el que obtenga un puntito más. Aunque sea por una cabeza, imponerse sobre el rival interno el domingo 14 de mayo podría convertirse en el pasaje a la Gobernación, siempre y cuando la sumatoria alcance para contrarrestar a Marcelo Orrego y su escuadra de cuatro fórmulas en carrera. La oposición despotricó contra la Ley de Lemas, pero aprendió a sacarle provecho también con la diversificación de listas.
El contraste entre uñaquismo y giojismo se hizo visible este jueves en Banda Ancha, en boca de los elegidos para encabezar sendas listas de diputados proporcionales. Son los que abren la lista sábana que condensa la referencia política de cada espacio. Llegado el momento de asumir la banca, serán las voces cantantes de uno y otro sector.
Por el uñaquismo, Cristina López. Por el giojismo, Mario Herrero. La actual senadora fue convocada por el gobernador para integrar la próxima Legislatura. Se espera que las bancas estén mucho más repartidas. Habrá más debate y habrá que trabajar más en los consensos, gane quien gane la elección del 14 de mayo.
En Banda Ancha, López destacó la pertenencia de ambas corrientes a un mismo paraguas ideológico, el peronista. Pero tuvo que marcar también las diferencias, porque en definitiva no es igual una subagrupación que la otra. Valoró fuertemente la gestión de José Luis Gioja entre 2003 y 2015, pero lo vinculó a un pasado que poco tiene que ver con el presente y mucho menos con el futuro incierto.
La senadora puso por encima a Sergio Uñac con un rasgo personalísimo: es más joven y esa diferencia generacional lo acercaría más a la comprensión de los desafíos que transita la provincia, la Argentina y el mundo entero.
Y dejó una frase lapidaria, apenas camuflada por un tono sereno: 'Ni Gioja, ni yo, ni usted podemos volver al pasado'. Fue un disparo directo al corazón de 'San Juan vuelve', el sublema que desafía la continuidad de Uñac desde el interior del PJ.
Herrero también dijo lo suyo. 'Probablemente sea necesario revisar las prioridades de la gestión de gobierno', apuntó el abogado que fue secretario legislativo durante la vicegobernación de Marcelo Lima y se formó junto a Eduardo Luis Leonardelli. Medido en las formas pero duro en las definiciones, el referente giojista marcó profundas diferencias con la gestión de Uñac.
'Faltó una voluntad de diálogo y de construcción política', sostuvo. Atribuyó a ese rasgo la escalada del conflicto con los docentes autoconvocados. Esta mirada le da sustento a la militancia que disputa en el territorio el apoyo para ganar la pulseada.
No hay espacio para terceros. Dentro del peronismo el 14 de mayo será crucial para ordenar posiciones. Habrá un ganador y habrá un perdedor. Después se verá si entre ambos pueden retener el gobierno. Pero primero se sabrá quién tuvo más votos. Será el veredicto final de la democracia.
Uñac y Gioja se midieron en la interna por la conducción del PJ en marzo de 2020, sobre el filo del aislamiento social preventivo y obligatorio por el Covid 19. En aquella ocasión votaron solamente los afiliados y el gobernador se impuso con el 70 por ciento. El giojismo debió conformarse con el 30 por ciento restante. Esa cuota, sin embargo, le bastó para subsistir como corriente minoritaria. Llamaron a su línea 'Lealtad Justicialista'. Fue el germen de la contienda que ocurrirá este año en apenas 51 días.
La gran diferencia en esta ocasión es que la votación no estará cerrada a un padrón de afiliados. Además, desde marzo de 2020 hasta marzo de 2023 pasaron cosas, como dijo el expresidente Mauricio Macri. Uñac intentará renovar el contrato social con una nueva reelección y, al unísono, se medirá nuevamente con Gioja.
Para el diputado nacional la cita del 14 de mayo tendrá sabor a revancha después de aquella derrota partidaria sufrida en marzo de 2020. Sin embargo, dejarse llevar por las pasiones internas nunca será recomendable, en un contexto de extrema paridad con la oposición. Con Orrego, concretamente.
El oficialismo provincial tuvo una luz amarilla en las elecciones legislativas nacionales del 2021, cuando logró imponerse por apenas un punto y fracción. Menos de 6.000 votos en toda la provincia. Esa división del electorado prácticamente en mitades fue ratificada por las sucesivas encuestas de las consultoras locales. En todos los búnkers estiman que el resultado, sea cual fuere, será ajustado.
Esa certeza forzó los consensos. Lo hizo dentro del peronismo y dentro de la oposición también. Fue así como Orrego logró ampliar su espacio con dirigentes que tiempo atrás lo cuestionaron duramente, como Marcelo Arancibia. O incluso un libertario, como Sergio Vallejos.
Uñac y Gioja terminaron confluyendo en el mismo frente electoral por necesidad mutua. Y porque, como dijo el General, peronistas son todos.
JAQUE MATE