En sentido estricto y por su etimología griega, la palabra caos alude a los acontecimientos aparentemente aleatorios, que simplemente suceden, desordenadamente. Nada más lejos de lo ocurrido este martes histórico en San Juan. Nada fue imprevisto. Ningún caos.

Sin pretensión de profecía, el lunes en esta misma columna se dejaba plasmada la hipótesis de que el martes hubiera una resolución intempestiva de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que pusiera todo patas para arriba. No porque no se justifique su intervención jurídica, sino por haberse dejado estar hasta última hora. 

Cuesta bastante confiar en la inocencia de tamaña decisión. Cuesta imaginarse que no hubo una intención, cuando se dejó pasar el tiempo hasta el límite y la misma oposición había tirado la toalla, incrédula de que pudiera actuar el máximo tribunal en el puñado de días que restaban para ir a votar.

Pero finalmente ocurrió. Tres de los cuatro cortesanos, Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Juan Carlos Maqueda, decidieron que era el momento de suspender todo. Frenaron las elecciones en dos de las cinco provincias que tenían comicios este 14 de mayo: San Juan y Tucumán.

Mientras en la provincia norteña resolvieron detener todo el proceso hasta que la Corte Suprema se expida sobre la cuestión de fondo, es decir si Juan Manzur puede o no puede ser candidato a vicegobernador, en San Juan se optó por dividir el comicio. Entonces este domingo se votará por diputados proporcionales, diputados departamentales, intendentes y concejales.

La elección para gobernador y vice quedará para más adelante, sin plazo. Los más optimistas calculan que la Corte Suprema podría demorar un mes en dar respuesta sobre la cuestión de fondo planteada por la oposición: ¿puede o no puede competir Sergio Uñac en los términos del artículo 175 de la Constitución Provincial? ¿Está cursando su segundo o su tercer mandato consecutivo? ¿Está habilitado para ir por otros cuatro años?

Hasta ahora los cortesanos no han derribado la candidatura del gobernador, aunque en el fragor del tuiteo más de uno salió a festejar anticipadamente desde Buenos Aires. Lo hizo la propia Patricia Bullrich, apropiándose de la batalla y de la victoria parcial: 'Les frenamos las re-reelecciones a Manzur y Uñac', posteó la dirigente macrista.

Fue llamativa también la información que deslizó el periodista porteño Eduardo Feimann en el canal La Nación+, acerca de que 'alguien' llamó al presidente de la Corte, Rosatti, para gatillar la suspensión de los comicios de San Juan y Tucumán. Si así hubiese ocurrido, sería gravísimo. Con seguridad esta versión quedará en la penumbra para siempre.

Salvo Sergio Vallejos, el candidato a gobernador que promovió la cautelar que tomó la Corte Suprema, el resto del arco político se manifestó muy crítico del fallo por ser inoportuno. Porque el máximo tribunal tuvo tiempo para declararse competente mucho antes. Incluso para suspender el comicio hace 15 días.

Desde Marcelo Orrego hasta Fabián Martín, Marcelo Arancibia, José Luis Gioja y Paola Miers, confluyeron en torno del daño que provoca esta medida desacoplada. Acusaron a Uñac de haber provocado este descenlace por haberse inscripto como candidato, aún sabiendo que podía terminar en la Justicia. Pero nadie aplaudió a la Corte tampoco. La provincia quedó sumida en la confusión.

El domingo se utilizarán las boletas tal cual fueron impresas y ya comenzaron a distribuirse. Es decir que el elector se encontrará en el cuarto oscuro con papeletas que empiezan con la fórmula de gobernador y vice, pero esa sección será desechada a la hora del escrutinio. Para el ciudadano común será confuso. Toda lectura política previa se verá alterada. Pocos cálculos podrán mantenerse en pie.

La primera observación necesaria es que los candidatos a gobernador y vice estarán presentes en el voto, aunque luego no se computen. Por lo tanto, los intendentes seguirán gozando de un efecto arrastre virtual. Seguirán estando en la misma subagrupación. 

La segunda observación es que este domingo quedará conformada la próxima Legislatura. Serán electos los diputados y diputadas del uñaquismo, del giojismo, del bloquismo, del arandismo, del orreguismo y todos los ismos que alcancen el mínimo de la cifra repartidora del sistema D'Hondt. 

Este seguirá siendo un tema de discusión porque el artículo 185 de la Constitución Provincial establece que la elección de gobernador y vice tendrá lugar 'conjuntamente' con la de diputados provinciales. Es justamente lo que no sucederá este domingo. No se hará 'conjuntamente' por una circunstancia extraordinaria. ¿Acaso está abriéndose la brecha para otro reclamo que ponga en tela de juicio la legitimidad de los próximos legisladores? Todo puede ser.

La tercera observación es que con el aplazamiento de las elecciones para gobernador y vice, el tablero del segundo semestre se verá fuertemente alterado en San Juan. Los primeros actores de la política local estarán comprometidos en esa batalla sin poder inscribirse para la otra contienda, por las bancas de senadores y diputados nacionales. Si Uñac fuera inhabilitado por la Corte Suprema, podría anotarse por una banca en el Congreso. No así sus competidores que estarán jugando la carrera por la Gobernación.

Esto es prácticamente un hecho. El 24 de junio será el día para anotar listas de senadores y diputados nacionales. ¿Podría votarse antes para gobernador y vice, liberando a todos los no ganadores para competir por una banca en el Parlamento? Es improbable, teniendo en cuenta la parsimonia de la Corte Suprema.

Reinan la confusión y el desconcierto. Pero no es caos. Nada de lo sucedido era imprevisible. Estaba escrito. Solo faltaba la firma de tres cortesanos.


JAQUE MATE