Aunque no quiso participar de la paritaria salarial ni sentar posición anticipadamente en ningún otro aspecto de la gestión uñaquista, Marcelo Orrego ya tomó las primeras decisiones de gobierno. A dos meses del traspaso de mando, asoman algunos temores y emergen las previsiones. Dicho de otro modo, es momento de abrir el paraguas.

Por eso este martes en reunión de labor parlamentaria los legisladores salientes de Juntos por el Cambio plantearon la necesidad de extender las leyes de emergencia económica, hídrica, sanitaria y de obra pública. Lo confirmó en Banda Ancha el diputado actuarista Gustavo Usín, uno de los reelectos.

Estirar estos regímenes extraordinarios le permitirá al nuevo gobierno tener mayor agilidad para hacer contrataciones y pagos, sin la parsimonia de la burocracia que afecta al Estado en general. Un dirigente del espacio lo sintetizó impecablemente: 'asumimos el 10 de diciembre y el 11 tiene que haber comida en los hospitales'.

No es una metáfora sino la fiel descripción del desafío que afrontará Orrego al momento de tomar las riendas de la provincia. El Estado no puede entrar en pausa. El desembarco de los nuevos funcionarios debería ser lo menos traumático posible. Pero una transición así no ocurre hace 20 años. Por eso hay un clima de nerviosismo que visibilizaron, por ejemplo, los empresarios de la construcción.

¿Qué sucederá con el pago de las certificaciones de obra? Sergio Uñac les garantizó los desembolsos hasta octubre. De ahí en adelante dependerá de la agilidad que ofrezca la nueva gestión para entenderse administrativamente con los contratistas de la obra pública.

No es todo. Juntos por el Cambio prestará juramento el 10 de diciembre y el día 15 debería empezar a pagar aguinaldos a toda la administración pública, incluidos los docentes. Y a fin de mes, los haberes completos. Los funcionarios recién llegados tendrán que afilar procedimientos en tiempo récord para evitar interrupciones que puedan alterar los ánimos en fechas tan sensibles.

Todo esto, con un agregado no menor: habrá nuevo gobierno nacional. Sea cual fuere el resultado de las elecciones del 22 de octubre y, eventualmente, el ballotage del 19 de noviembre, Orrego afrontará un contexto absolutamente nuevo. Aunque gane Sergio Massa con el patrocinio de Unión por la Patria, el ministro de Economía prometió de todo menos continuar con la línea de Alberto Fernández.

Mucho más drástico sería el cambio si ganara Javier Milei, por razones de público conocimiento. Si la suerte fuera para Patricia Bullrich, Orrego podría contar con una aliada en la Casa Rosada y un conocido en cada ministerio. Pero el resultado del 22 de octubre es una variable que escapa a su manejo.

Donde sí puede intervenir y de hecho lo está haciendo, es aquí, en la patria chica. Sin aspaviento, su histórico secretario de Hacienda de Santa Lucía, Roberto Gutiérrez, está encabezando cada reunión de transición. Se vinculó tempranamente con Marisa López, pero también asistió a un prolongado encuentro con Cecilia Trincado.

La ministra de Educación reveló este martes en Banda Ancha que la charla fue extensa y que giró en torno, mayoritariamente, a los números de la cartera. La semana pasada brindó un panorama similar el secretario de Estado de Ambiente, Francisco Guevara. Había recibido a una comitiva orreguista interesada en conocer cada aspecto del organigrama, cada área que hay que mantener en funcionamiento. Por ejemplo, la gestión de los residuos sólidos urbanos.

El diputado Usín deslizó este martes en Canal 13 que esta Legislatura, la que se irá el 10 de diciembre, podría tratar la Ley de Presupuesto 2024. Es decir, Uñac le dejaría a Orrego la ley de leyes sancionada, para que tuviera esa herramienta disponible apenas inicie la gestión. El nuevo gobernador debería, a lo sumo, reasignar partidas llegado el caso. Pero contaría con los recursos desde el primer día para evitar toda demora.

Sancionar la Ley de Presupuesto para el próximo gobierno tendrá algunas particularidades. La primera de todas, que Orrego con seguridad tendrá una estructura de ministerios diferente a la que deja Uñac. Por lo tanto, las asignaciones deberían ser diferentes en un organigrama y en el otro. Usín le restó dramatismo. Evidentemente es algo que ya se meditó puertas adentro de Juntos por el Cambio. Se resolverá con posterioridad a sola firma.

El interbloque orreguista en la Legislatura ya empezó a trabajar en sintonía con el nuevo gobierno. Este jueves habrá sesión ordinaria y el anticipo que hizo el diputado Usín en Banda Ancha se amplificó. 

Sobre tablas y previo acuerdo con el oficialismo uñaquista se tratará la prórroga de la emergencia habitacional, emergencia en seguridad, emergencia hídrica, emergencia en obras públicas y emergencia pública, además de suspender desalojos, ejecución de hipotecas y brindar más tiempo para regularizar obras subrepticias.

Curiosamente, el interbloque cambiemita había objetado tiempo atrás la extensión de todos estos regímenes extraordinarios cuando el oficialismo justicialista terminó aprobándolos igual gracias a su mayoría propia. Estirar indefinidamente el estado de emergencia implica darle una cuota de discrecionalidad al gobierno de turno. Pero, pasaron cosas. El poder cambiará de manos y Orrego necesitará esta herramienta para gestionar, tal como la necesitó Uñac.

A la postre, la oposición de esta Legislatura este jueves empezará a funcionar como el nuevo oficialismo. Lo será dentro de un par de meses. Para entonces, habrá varios temas resueltos. Orrego tendrá un paraguas abierto.


JAQUE MATE