Otro tropezón y van... mil. El asunto del jury a Enrique Conti reavivó aquel momento de máxima tensión entre las expresiones opositoras que confluyen a nivel nacional en Juntos por el Cambio pero que en San Juan están muy, muy lejos de acercarse.

La conclusión del Jurado de Enjuiciamiento implicó daños mínimos, si en términos políticos se considera que el máximo perjuicio, irreversible, habría sido la destitución de Conti. Sin embargo, que el asunto quedara reducido a una anécdota no sirvió para aplacar los ánimos.

El denunciante, Marcelo Arancibia, actuó de acuerdo a su estilo. Sin sorpresas. A fondo como siempre. Aún en la derrota. Por eso, consumado el archivo de su presentación destituyente contra Conti, disparó munición todavía más gruesa. Seguramente fidelizó al votante que espera de él ese temperamento implacable. La pregunta es si esa condición le permitiría crecer o solamente retroalimentar al apoyo que ya tenía de todos modos.

El año que viene Conti cumplirá 20 años sin aparecer en una boleta y anotarse una victoria. En 2003 ganó la Intendencia de la Capital. Después en 2013 fue precandidato a diputado nacional pero perdió aquella primaria con Eduardo Cáceres. En 2015 fue compañero de fórmula de Roberto Basualdo para la gobernación. Hay que hurgar bastante en el archivo para rescatar estos antecedentes.

Han pasado dos décadas desde que Conti ganara su última elección. Sin embargo, su nombre todavía suena en boca de algunos basualdistas-orreguistas, e incluso en boca de algunos bloquistas que entienden que le puede haber quedado algún activo de aquella época. El cimbronazo del intento de jury volvió a ponerlo en la consideración de la dirigencia mínimamente.

Arancibia fue tras la cabeza de Conti en medio de la campaña por las legislativas nacionales de 2021. Presentó el pedido de jury ante la Cámara de Diputados, forzando la amplificación política a través de una ruidosa sesión. Se discutió, entre otras cosas, la pertinencia o no de recibir ese planteo que debió ir directamente al Jurado de Enjuiciamiento.

Pero el justicialismo en acuerdo con el bloquismo orgánico resolvieron avanzar. Implícitamente le dieron la derecha a Arancibia e hicieron propio el pedido de destitución, apuntando a Conti por participar en actos proselitistas, expresamente prohibidos para un vocal del Tribunal de Cuentas por la Constitución Provincial.

Fue un momento de máxima tensión. El orreguismo acusó a Arancibia de ser funcional al uñaquismo. Luego vinieron las elecciones y el resultado fue tan categórico que el episodio del jury pasó a quinto plano. Hasta esta semana, cuando el Jurado de Enjuiciamiento terminó de tratar el asunto y pasarlo al archivo.

Pudo haber sido un paso formal. Archivo y a otra cosa. Pero no. Fue un 'revival' de aquel otro episodio pirotécnico de fines de 2021. Y al impacto nuevamente lo sintieron aquellos que abrigan la esperanza de construir un gran frente opositor para 2023. El deseo se torna cada vez más difícil de alcanzar.

Martín Turcumán, Marcelo Arancibia y Nancy Avelín

'Se equivocan los dinosaurios porque en vez de estrechar lazos, embarran la cancha y se hace difícil', reflexionó días atrás un altísimo dirigente del Frente Con Vos (Juntos por el Cambio) en una charla reservada y con el micrófono apagado.

'Es difícil pedir apertura cuando tiran piñas todo el tiempo aquellos por los que uno va a pedir', explicó la misma fuente. Huelgan las aclaraciones.

Arancibia habló en Banda Ancha tras conocerse el archivo de su pedido de destitución contra Conti. Tildó el fallo de 'patético' y de 'absurdo'. Denunció un acuerdo entre el Frente de Todos y el Frente Con Vos nuevamente: 'Entre bueyes no hay cornadas, entre el oficialismo y esta oposición'.

Todo volvió a foja cero. Arancibia se vio en posición de retomar aquella denuncia de colaboracionismo entre el basualdismo-orreguismo y el uñaquismo. Fue uno de los ejes de su campaña en 2021, ante la negativa de Marcelo Orrego de abrir el espacio para generar una gran PASO. En las urnas, el santaluceño con su candidata, Susana Laciar, polarizó palmo a palmo con Sergio Uñac y su candidato, Walberto Allende. La tercera fuerza, Consenso Ischigualasto, quedó atrás, en un distante tercer puesto.

Enrique Conti y Marcelo Orrego

Mientras tanto, Conti retomó su costumbre de hablar con la prensa. Había guardado un silencio estricto desde que avanzó la denuncia en su contra. Este martes en Banda Ancha dijo que la de Arancibia 'era una causa política más que técnica'. Y que no es cierto que hubiera un acuerdo para salvarlo a él, entre el orreguismo y el uñaquismo. Caso contrario, los diputados Juan Carlos Abarca y Celina Ramella que integran el Jurado de Enjuiciamiento hubieran frenado el planteo directamente en la sesión que lo mandó al banquillo.

Conti volvió a señalar una cuestión de índole personal, que también se remonta un par de décadas. Dijo que Arancibia lo acusó de ser socio de Barrick cuando el bloquista era intendente de Capital. Sin embargo, el vocal del Tribunal de Cuentas le bajó el precio a la rencilla. 'No guardo plata, menos voy a guardar rencor', afirmó.

Ratificado en el Tribunal de Cuentas, Conti quedó a un paso de jubilarse porque está cerca de la edad legal para hacerlo. Sin embargo esto no debería interpretarse como un retiro de la política. Si sigue siendo motivo de discusión, tal vez quede un cartucho de reserva. 'Uno nunca sabe, siempre he estado donde me han necesitado', contestó en Canal 13.

Lo único cierto es que si 'entre bueyes no hay cornadas', como dijo Arancibia, entre opositores sí. Y las heridas van a tardar en sanar.


JAQUE MATE