Pocas horas antes del segundo debate de candidatos presidenciales, la cocina sanjuanina de Juntos por el Cambio recuperó el entusiasmo por Patricia Bullrich. La campaña arrancó muy suavemente, hasta con desgano. Había razones para caminar con prudencia absoluta después del inesperado cachetazo del 13 de agosto.

Una alta figura del espacio reconoció que necesitaban medir el desempeño de Patricia. Ella logró borrar del mapa a Horacio Rodríguez Larreta en la PASO. Pero no consiguió descollar en las urnas. Y eso dejó muchas dudas. Antes de adherir fervorosamente a la candidata halcona, debían evaluar el efecto arrastre posible.

Si a ella le fuera relativamente bien, será positivo para la lista de senadores y diputados nacionales de Marcelo Orrego. Y viceversa. Si Pato no rindiera, mostrarse con ella no tendría demasiado sentido. Por eso, la campaña inició muy tímidamente.

Pero Bullrich mostró cierta reacción y ese reflejo se empezó a ver en la campaña sanjuanina. El espacio reservado para la carterlería pública se fue cubriendo con los afiches suyos junto a Emilio Achem y Nancy Picón. Era algo que no se había visto hasta hace apenas unos días atrás.

En sincronía, Orrego lanzó un spot en redes sociales la semana pasada. El corto fue la confirmación absoluta de lo que acordaron internamente. Fue la línea que bajó Marcelo a los distintos sectores que integran Juntos por el Cambio. 

El gobernador electo decidió apoyarse en su propia imagen. Sobre todo, en la proyección que puede ofrecer hacia adelante si cuenta con legisladores nacionales propios. Patricia estuvo incluida en el mensaje audiovisual, pero al final. Apenas mencionada por un locutor en off.

'Votá San Juan, elegí San Juan', remató la voz institucional para martillar el sentido de localía. La prioridad siempre será el gobierno de Orrego que comenzará en apenas un par de meses. Si le tocara coexistir con Patricia, mejor. Pero no tiene ninguna garantía de que eso vaya a suceder.

Nadie sabe quién será el nuevo inquilino de la Quinta de Olivos. Esa definición se jugará lejos de San Juan, en los distritos con mayor densidad electoral. El destino de Bullrich frente a Javier Milei Sergio Massa dependerá fundamentalmente del acompañamiento que logre en provincia de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, CABA y Mendoza. En ese orden.

Posiblemente a esa cruel realidad obedezca la ausencia reiterada de Patricia en esta modesta provincia. San Juan representa apenas el 1,69 por ciento del padrón nacional.

Sin embargo, a Orrego y su entorno no podría resultarles indiferente el resultado de Bullrich en este territorio, porque ella encabeza la boleta. Si le tocara perder frente a Milei y a Massa, será difícil contrarrestar el arrastre para colocar al menos a un senador y una diputada nacional del orreguismo en el próximo Congreso.

Orrego apostó su capital político en esta elección poniendo su foto en la sección de Achem y de Picón. Igualmente le vendría bien que Patricia mejore su performance.

Con esta premisa, todo Juntos por el Cambio se movilizó. Apelaron a la vieja escuela. Cada sector encaró de dos a tres actividades diarias. Se distribuyeron la provincia por circuitos electorales, para llegar a cada rincón. 

Un operador reconoció que 'la gente está medio sobrepasada' y evidencia 'cierto hartazgo'. Igualmente tomaron algunas decisiones orientadas desde Buenos Aires para apuntalar a Patricia.

Uno de esos parámetros porteños fue focalizar en mujeres de más de 30 años. En ese estrato Bullrich tiene mayores adhesiones, según las mediciones. Esto no significa descuidar al resto de los votantes, por supuesto. En todo caso, la premisa es sumar nuevas voluntades.

La misma fuente reconoció que la campaña rumbo a las primarias presidenciales tuvo varios errores. Uno de ellos fue seguir en la modalidad municipalista.

Los mismos dirigentes que participaron del comicio del 14 de mayo seguían reuniéndose y tomándose fotos para postear en redes, siempre junto a Marcelo, sin abrir el espectro. Seguir retroalimentándose entre los mismos era lo opuesto a crecer. Aunque parezca obvio, no todos lo entendían de la misma manera.

Aunque la foto de Orrego empuje, puede no ser suficiente. Esa fue la conclusión que algunos empezaron a comunicar internamente. Contra las encuestas publicadas en Buenos Aires que pusieron a Bullrich en tercer lugar, los más entusiastas se negaron a tirar la toalla. Redoblaron la militancia para pasar al ballotage.

La reacción de Patricia se pudo apreciar este domingo en el segundo y último debate de candidatos. Estuvo más agresiva y obsesiva con 'ponerle fin al kirchnerismo'. Como dirían los futboleros: pateó fuerte y al medio.

Mientras tanto, aparecieron otras microestrategias en ejecución. El equipo que secunda a la intendenta electa en Capital, Susana Laciar, lanzó un impresionante operativo territorial.

Casa por casa, comenzaron a tomar nota de los pedidos de los vecinos para direccionar la nueva gestión. No es una campaña tradicional. No están pidiendo el voto abiertamente, porque entienden que la gente está agotada.

Pero abrir los canales de diálogo con los ciudadanos es una forma de afianzar el vínculo e, indirectamente, fidelizar apoyos. Todo, en nombre del 'cambio con certezas'. Porque Orrego necesita legisladores en el Congreso. Y para eso, antes, hay que votar a Bullrich.


JAQUE MATE