Rebelión kirchnerista a la sanjuanina
Para unir al peronismo, puede no ser suficiente el espanto por Milei. Cuestionamientos internos al rol de Cristina por primera vez.
'Cristina hace un flaco favor al movimiento nacional polarizando con Milei', dijo el referente de Juan Grabois en San Juan, Eduardo Camus. Y tronó el kirchnerismo. Tal vez haya sido la primera vez que un dirigente tan identificado con Ella se haya atrevido a poner un límite en nombre de la renovación.
El razonamiento es simple: si Cristina rivaliza con Milei, el resto del arco peronista queda eclipsado. Detenerse en las razones sería interminable. Mientras tanto, al presidente libertario le resulta altamente funcional el contrapunto con CFK.
En la víspera de la visita de Grabois a San Juan, Camus parafraseó a Axel Kicillof: hay que componer nuevas melodías. ¿Otro peronismo? ¿Un peronismo diferente? Por ahí avanza el debate interno.
El Partido Justicialista apenas está entrando en la discusión para reconfigurarse tras la renuncia forzada de Alberto Fernández y la derrota sufrida en 2023 en las urnas.
De acuerdo al calendario interno, el 19 de octubre deberán presentar candidatos para la nueva conducción nacional. ¿Habrá unidad como en San Juan? Como fuere, Cristina tendrá lo suyo para decir. Su centralidad sigue pisando fuerte en el interior del movimiento. Tanto, que los máximos referentes del justicialismo sanjuanino la siguen muy de cerca.
Sergio Uñac tuvo un gesto contundente cuando hizo senadora a Celeste Giménez el año pasado. Puso a la dirigente camporista por encima de todo un abanico de mujeres peronistas que venían en la fila hace tiempo y se quedaron, disciplinadas, viéndola pasar.
La ligazón de José Luis Gioja con el Instituto Patria tampoco es secreta. Le tocó transitar sus tres mandatos como gobernador durante las presidencias de Néstor y Cristina. Esa historia compartida tuvo mejores y peores momentos. Pero el vínculo quedó y trascendió.
Gioja, convertido en diputado nacional permaneció en el Frente para la Victoria cuando muchos otros abrían bloque aparte durante el ascenso del macrismo. Como presidente del PJ fue artífice del regreso de CFK a la calle Matheu. Quedó documentado para la posteridad.
Grabois llegará a San Juan el viernes 27 de septiembre para participar del X° Congreso Nacional de Políticas Públicas en la UNSJ. Por supuesto vendrá en su calidad de militante, a alertar sobre las políticas de Javier Milei y la pérdida de derechos colectivos. O la deshumanización de la política, según dijo Camus, su intérprete local.
Como Grabois, Camus es un confeso admirador de Cristina. Que se atreva a pedirle que se abstenga de rivalizar con Milei significa mucho más que un acto de insolencia. Es el síntoma del momento que transita el peronismo. Hay tensiones con final abierto. De este acomodamiento de piezas dentro del partido saldrá la estrategia para dar batalla en 2025 y en 2027.
Nuevamente resuena el viejo latiguillo de 2019: con Cristina no alcanza, sin Cristina no se puede. Pero, a diferencia de aquella coyuntura, esta vez hay varios que se resisten a la incondicionalidad. Dicho de otro modo, para que se entienda: no hay margen para que Ella señale al próximo candidato presidencial como hizo con Alberto. Así les fue.
Los une el espanto de lo que está sucediendo en el país, como les pasó durante la presidencia de Mauricio Macri. Pero ahí se acabaron las similitudes. Oponerse a Milei puede no ser suficiente para construir la unidad.
Por eso se apresuraron los kirchneristas del Frente Grande, para sostener a Kicillof frente a los embates de La Cámpora. A eso vinieron el 30 de julio tanto el intendente de Ensenada, Mario Secco, como el ex ministro de Turismo y Deportes de Nación, Matías Lammens.
También en esa línea están trabajando los integrantes de la Agrupación Hijos, bajo la tutela de Andrés 'Cuervo' Larroque. Si Kicillof no construye su propia red de soporte a nivel nacional, un berrinche de Máximo en el Instituto Patria podría complicarlo.
Los sanjuaninos poco tienen para imponer en comparación con la potencia del PJ bonaerense. Sin embargo, en este escenario de divisiones, todo suma. El tejido nacional adquiere relevancia. Los pequeños actos políticos encaminados al 2027 ya están sucediendo, aunque no tengan todavía ese rótulo.
¿Hay que inferir que comenzó una rebelión contra Cristina dentro del ex kirchnerismo? No. Sería un exceso traducirlo de este modo. Una simplificación. Pero así como el tiempo no para, la política tampoco.
JAQUE MATE