Salvo Patricia Bullrich, que hizo pie en Rivadavia, el resto de los referentes nacionales de Juntos por el Cambio que pasaron por la provincia eligieron Santa Lucía. Es el departamento más pequeño y menos significativo en términos de padrón dentro del Gran San Juan. Sin embargo, tiene un peso estratégico porque desde ese municipio construyó su carrera política el líder de la oposición, Marcelo Orrego. Fue precisamente ese espejo el que alentó la primera victoria de Fabián Martín en el Oeste. Es, en consecuencia, el hueso más duro de roer para el oficialismo. El más apetecido también para el 14 de noviembre.

Este lunes habló para todos los sanjuaninos desde Santa Lucía el senador porteño Martín Lousteau, para colaborar con la nacionalización de la campaña que siempre pretendió el orreguismo. Ahí radica su apuesta, resumida en el slogan de 'ponerle un freno al kirchnerismo'. Antes que el economista pasaron por esa misma sala de conferencias Miguel Angel Pichetto y Horacio Rodríguez Larreta. Siempre en el Este y eventualmente con alguna otra escala.

En las PASO en Santa Lucía, Juntos por el Cambio estuvo cerca de duplicar al Frente de Todos. Fueron 15.709 votos contra 8.700. Para el oficialismo uñaquista, dar vuelta ese resultado es lisa y llanamente imposible. Sin embargo, achicar la diferencia será motivo suficiente de festejo. Cualquier aporte al tanteador provincial será bienvenido. En este contexto se explicaron los discursos del pasado viernes en el acto de peronistas y aliados en ese departamento.

Sergio Uñac encaró a los militantes con una arenga a enfrentar el desafío. Les pidió poner más fuerza para poder dar vuelta la realidad. Les encomendó salir casa por casa a recordarles a los santaluceños que desde que Alberto Fernández es presidente, San Juan consiguió cosas que ninguna otra provincia argentina logró. Y destacó que los diputados nacionales han sido una herramienta fundamental para 'defender los intereses de los sanjuaninos'.

Elípticamente, el gobernador les planteó que es tiempo de salir a poner la cara. Ni siquiera asomó el tema redes sociales o virtualidad. Ese nunca fue el terreno preferido del peronismo. En las pantallas, siempre se desenvolvió con mayor facilidad el macrismo. 'En la oratoria personal y convencimiento personal está la clave del éxito del Frente de Todos', dijo Uñac.

El diputado nacional Walberto Allende les habló a los santaluceños con el conocimiento de quien domina el distrito. Su intendencia fue la última peronista en 9 de Julio. No parece aleatorio que ese municipio, limítrofe con Santa Lucía, también haya sido conquistado por un referente del orreguismo como Gustavo Ñúñez en 2015, reelecto en 2019. Como se dijo antes, Santa Lucía no es el distrito más importante del Gran San Juan en cantidad de electores, pero se convirtió en el bastión de la oposición para contagiar a otros.

'En esta elección está en juego todo el trabajo realizado', dijo Allende sin anestesia ni eufemismos a los militantes de Santa Lucía. No hay margen para especular o esperar al 2023 para salir a comerse la cancha. Una derrota estrepitosa en el departamento en esta legislativa de mitad de mandato dejará una marca de nacimiento para los que tengan aspiraciones en dos años más. Quedan apenas dos semanas para ir a votar y el tiempo es cada vez más corto para lograr los objetivos.

El objetivo principal también fue expuesto con todas las letras por parte de Allende: 'que Sergio pueda mostrar en la Nación el respaldo mayoritario del pueblo sanjuanino'. Quedó claro. Ya no es una interpretación para los analistas en televisión o en los diarios, sino una consigna de vida o muerte política. En el número obtenido el domingo 14 de noviembre estará echada la suerte de los dos años de gestión que le quedan al gobernador. No serán iguales si el pocitano puede lucir una victoria holgada que una más ajustada. Perder en su provincia lo pondría al fondo de la tabla de los favoritos cuando toque el timbre de la Casa Rosada.

La ministra de Gobierno, Fabiola Aubone, también habló con los santaluceños en su calidad de candidata a diputada nacional. Para convertirse en legisladora, el Frente de Todos debe salir primero en la provincia. Si la ola amarilla barriera también con San Juan, la funcionaria se quedaría afuera del Congreso Nacional. Es un escenario que por ahora no imaginan en Libertador y Paula.

Aubone se mostró comprensiva con los militantes peronistas del departamento de los hermanos Orrego, pero al mismo tiempo les ajustó la clavija con sutileza. 'Sé que en Santa Lucía han redoblado los esfuerzos en esta etapa porque quieren ver mejores resultados y se los merecen por la tarea que vienen realizando', dijo la ministra. Los resultados del 12 de septiembre fueron pobres para el Frente de Todos y el dato es inocultable. Deben mejorar significativamente para la elección general. Decirlo es fácil, lograrlo es bastante más complicado.

Para los candidatos de Orrego, Santa Lucía ni siquiera entró en el podio de los departamentos que más votos aportaron. Aún cuando en ese municipio lograron casi duplicar al Frente de Todos. Para Juntos por el Cambio, el mayor caudal fue obtenido en Capital. En segundo lugar, Rivadavia. Y en tercer lugar, Rawson. Recién en el cuarto peldaño apareció el distrito del Este. 

Pero no se trata de una fría cuestión de números. Santa Lucía hace tiempo se convirtió en otra cosa. Es la imagen de marca del orreguismo. Intocable, por ahora.


JAQUE MATE