Se acabó el chamullo (o recién empieza)
El repentino anuncio que consagró la fórmula Sergio Massa-Agustín Rossi descolocó a todo el arco peronista sanjuanino. Antecedentes para entender los movimientos de Uñac y Gioja a partir de ahora.
¿Le sirve al oficialismo llevar una lista de unidad cuando en frente tiene una interna tan potente como la de Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich? ¿Le sirve al oficialismo encarnar la candidatura presidencial en el ministro de Economía que cada mes tendrá que poner la cara por el índice inflacionario? ¿Le sirve al oficialismo, finalmente, haber omitido a una figura del interior en la fórmula como venían pidiendo los gobernadores?
Cada una de estas preguntas -y muchísimas más- tendrá respuesta recién el 13 de agosto cuando se abran las urnas de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias. Y un poco más tarde, el 22 de octubre, cuando llegue el momento de la verdad en las generales. Mientras tanto en este largo paréntesis solo habrá conjeturas y, fundamentalmente, mucho chamullo.
Según el diccionario de la Real Academia Española, el chamullo es una expresión coloquial utilizada en Argentina, Chile y Perú para describir la 'palabrería que tiene el propósito de impresionar o convencer'. Es un americanismo confeccionado a la medida de esta cultura, de estos lares. Y de esta campaña política sin lugar a dudas.
El repentino anuncio del viernes por la noche, que vía Twitter consagró la fórmula Sergio Massa-Agustín Rossi y tumbó a Wado De Pedro y a Daniel Scioli, descolocó a todo el arco peronista sanjuanino.
Sergio Uñac acababa de ratificar por enésima vez su apoyo al ministro del Interior en una conferencia de prensa que había brindado en Alto de Sierra, un poquito antes del volantazo porteño. El beneplácito del gobernador radicaba en la incorporación de Juan Manzur a la fórmula. El tucumano le imprimía el carácter federal que venía reclamando el pocitano. Ahora todo eso quedó en el recuerdo.
Poco antes de la medianoche del viernes, Uñac posteó en su cuenta oficial de Twitter el necesario mensaje de apoyo a la flamante fórmula. Pero no lo hizo de manera gratuita. También les cargó una responsabilidad. 'Deben representar un proyecto federal que trabaje por una Argentina justa y soberana', escribió el gobernador, tras arrobar a Massa y a Rossi.
Fue como tocarles el hombro y decirles: muchachos, está todo bien, pero ojo con la obsesión porteñocéntrica y los grandes conglomerados urbanos. El interior también existe. La Argentina es bastante más extensa que los módicos 300 kilómetros que separan a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires de Rosario.
La relación de Uñac y Massa ha tenido momentos. Durante las febriles negociaciones por la fórmula presidencial acercaron posiciones. El propio Sergio reconoció haber hablado con su tocayo, mientras lo hacía en paralelo con Cristina y con Daniel (¿hace falta poner los apellidos?). Que esa línea telefónica haya estado activa en los últimos días es garantía de encuentro. Y lo pasado, pisado. Lo demandan las circunstancias.
Mientras tanto, la semana pasada en Banda Ancha el líder de la CGT y la UOCRA sanjuanina, Eduardo Cabello, tiró munición de grueso calibre contra Massa, responsabilizándolo de haberle 'pisado la manguera' de los fondos para obra pública a la provincia. El vicepresidente primero de la Cámara de Diputados, tercero en la línea sucesoria de San Juan, atribuyó la maniobra a los celos que podía despertar Uñac en el concierto nacional. Incomprobable para los simples mortales.
Gioja dejó pasar las horas para decir algo al respecto. En la víspera se había mostrado entusiasmado con la dupla Wado-Manzur. Después pasaron cosas, como dijo el expresidente. Al mediodía del sábado en la Peatonal dio su primer pronunciamiento, dentro de los parámetros esperables: apoyo irrestricto a la fórmula de unidad.
Gioja tuvo que afilar nuevamente el pragmatismo, ese rasgo peronista que les permitió militar por el mismísimo General, Ítalo Argentino Lúder en el '83, Carlos Saúl Menem en el '89, Eduardo Duhalde en el '99, Néstor y Cristina Kirchner entre el 2003 y el 2011, Daniel Scioli en el 2015 y Alberto Fernández en el 2019. Así pasaron estas primeras cuatro décadas de democracia ininterrumpidas. Ahora cerrarán filas con Massa.
Gioja le dio cobijo al Frente Renovador a través de Franco Aranda en la contienda provincial que se terminará de liquidar el próximo domingo 2 de julio, cuando finalmente se pueda votar por gobernador y vice. Gracias a este pacto, Aranda ya es diputado provincial electo. Asumirá el 10 de diciembre su banca en la Legislatura. El antecedente tendrá cierto valor a la hora de estrechar lazos con el massismo nacional.
Pero ciertamente el afecto de Gioja es con Rossi. Con 'El Chivo', como le dicen los amigos, han compartido largas batallas en el Congreso de la Nación. El santafecino se llevó a la giojista Daniela Castro al Ministerio de Defensa en diciembre de 2019, cuando ganó el Frente de Todos. La funcionaria sanjuanina venía militando silenciosamente en favor de él, mientras el resto del espectro ya se había posicionado con Scioli o Wado.
Como fuere, terminó el chamullo de la previa. Venció el plazo establecido. Pasó el tan esperado 24 de junio de inscripción de listas y empezó el tiempo de descuento para el 13 de agosto. El oficialismo tendrá que salir a bancar con mucho ímpetu a la única fórmula presidencial que llegó empaquetada desde Buenos Aires. Y cruzar fuerte los dedos para que el manojo de interrogantes abiertos tenga respuesta favorable el día que se abran las urnas.
JAQUE MATE