Una secuela, no un rebrote. Así definió el intendente capitalino Emilio Baistrocchi los más recientes chispazos de la interna peronista, visibles durante la semana en que salió a la luz el escandaloso cuarto contagio de Covid-19 en San Juan. La sutil diferencia de palabras tiene una razón de peso detrás.

Hablar de rebrote de la interna peronista sería reconocer que hay un camino por delante para seguir transitando. Es decir, que todavía hay temas pendientes. Y, a decir verdad, el asunto se saldó en la votación que hicieron los propios afiliados en los 19 departamentos el domingo 15 de marzo, sobre el filo de la cuarentena obligatoria que comenzó apenas cinco días después.

Sin embargo, negar que hay rispideces todavía, heridas por sanar, sería tanto como tapar el sol con un dedo. Baistrocchi es consciente de ello. Por eso optó por referirse a los chispazos recientes como una secuela. Algo así como las réplicas de un sismo. Se sabe que la mayor magnitud ya fue superada y que en adelante solo habrá sacudones menores. Por eso vale la comparación.

Esta sutil diferencia entre rebrote y secuela describe al mismo tiempo cómo analiza al menos una parte importante del uñaquismo el escenario político partidario. No eclipsa la gestión, porque las urgencias no dejan lugar para distracciones. Pero tampoco van a darle la espalda a los ruidos que puedan derivar en complicaciones más importantes.

El más tajante en este aspecto fue el vicegobernador Roberto Gattoni, cuando dijo en Canal 13 que le recomendó personalmente a Sergio Uñac que lleve a la Justicia el caso de los posteos en redes sociales durante aquella semana crítica, para descubrir el origen de la campaña cacerolera. Sin desconocer la genuina disconformidad por los acontecimientos, se percibió una notable participación de usuarios de Facebook cuya identidad era cuanto menos dudosa.

Igualmente, no parece haber prosperado la iniciativa de investigar el asunto. Por el contrario, se pudo apreciar una decisión oficial de bajar el tono a los conflictos que giran en torno de aquel lamentable episodio.

La ministra de Salud, Alejandra Venerando, y su secretario administrativo, Guillermo Benelbaz, abrieron los canales de diálogo con médicos, profesionales y auxiliares. E incluso hubo un reconocimiento de errores que habrá que subsanar en el corto plazo. El Sindicato Médico se reunió el viernes pasado con el obispo, Jorge Lozano. Como puede verse, a pesar de las protestas, todo parece haberse encarrilado por la vía del entendimiento.

"Se aprovechó la situación para tratar de echar más leña al fuego", dijo Baistrocchi ayer en Banda Ancha. Pero dio el episodio por superado, con una nueva convocatoria a la unidad en la verticalidad. "Hoy el Partido Justicialista es uno y la conducción ya fue elegida por los afiliados. Internamente tenemos que entender eso", planteó el dirigente.

También alineado rígidamente con Uñac, el diputado nacional Francisco Guevara, optó por el recato en este mismo estudio cuando fue consultado al respecto. Se limitó a decir que "sería una lástima" si se comprobara que hubo intencionalidad política de dañar al gobierno provincial, aprovechando la coyuntura del cuarto caso de Coronavirus. Lo dejó en potencial, absteniéndose de acusar a alguien directamente.

Tiempo atrás, una alta fuente con reserva de identidad analizó que celebrar la interna fue un proceso traumático pero al mismo tiempo necesario para ordenar el movimiento. Y el único orden que conoce el peronismo es el vertical. Por supuesto nada de esto tendría real interés si el partido político no fuera la herramienta para acceder al poder. 

Al concluir Uñac su segundo mandato en 2023, el PJ habrá cumplido 20 años de gobierno ininterrumpidos en San Juan. Lo hizo con alianzas estratégicas, con contextos más o menos favorables a nivel nacional, siempre con acuerdos abarcativos. El ejemplo más reciente de ello fue la construcción del Frente Todos. La foto que parecía imposible se hizo realidad. Y hasta sirvió de molde y le prestó el nombre al espacio que luego llevó a la fórmula Fernández-Fernández a nivel nacional.

De manera impensada, la pandemia consumió el primer semestre de 2020. Lo que queda del año será consumido por la salida de la cuarentena y el intento de levantar la castigada economía. En voz baja, en las mesas de café, ya están midiendo los tiempos para las elecciones legislativas de mitad de mandato de 2021, cuando San Juan deberá renovar tres de sus seis bancas de diputados nacionales. Terminarán sus periodos Walberto Allende, Francisco Guevara y Eduardo Cáceres.

Hasta entonces, pueden aparecer nuevas secuelas. Nada nuevo, por cierto. Si hasta el mismo Juan Domingo Perón supo de internas y de cómo darlas vuelta: "Somos como los gatos, cuando parece que nos peleamos, nos estamos reproduciendo".


JAQUE MATE