Susana no es Emilio ni lo quiere ser
El mismo municipio en un contexto absolutamente diferente. Cambio de paradigma histórico con una misma vara para medir más adelante: las urnas.
Decir que Susana Laciar no es Emilio Baistrocchi ni lo quiere ser suena bastante obvio, porque ella ganó con la bandera del cambio. Fue lo que votaron abrumadoramente los vecinos de Capital en mayo de 2023: otra cosa. Pero ese cambio se fue convirtiendo en una ruptura a medida que iba pasando el año de las cinco elecciones. Se impuso el shock de Javier Milei. Y con él, otro modo de gobernar la Nación, las provincias y los municipios.
Entonces Susana no es Emilio. Nunca estuvo en sus planes serlo. Pero tampoco podría aunque quisiera. Simplemente, porque el contexto jamás se lo permitiría.
El ejemplo más nítido de esta nueva realidad es el parate del Ecoparque, ese gigantesco pulmón verde que empezó a construirse sobre el terreno donde se ubicaba el matadero municipal. Baistrocchi se embarcó en la obra faraónica valuada actualmente en unos 1.500 millones de pesos porque tuvo el compromiso de financiamiento nacional. Después pasaron cosas.
Primero, la administración de Alberto Fernández se atrasó con los desembolsos y los trabajos avanzaron con adelantos de la intendencia. Unos 700 millones de pesos. Después, ganó La Libertad Avanza. Y la oficina donde se tramitaba este expediente en Buenos Aires desapareció. No está más.
Un alto funcionario municipal reveló el dato con cara de desconcierto. Con tono de secreto inconfesable. No está en los planes del orreguismo hacer ninguna denuncia política contra el gobierno de Milei. Jamás se pondrán en la vereda de la oposición kirchnerista, por una cuestión de principios. Y también por pragmatismo. Les toca convivir institucionalmente con la ola violeta. Habrá que adaptarse. Evolución o extinción. Puro darwinismo político.
Es lo que, en otros términos, expuso Susana este martes en Banda Ancha al ser consultada por el escenario nacional, la caída del DNU y de la Ley de Bases en el Congreso. 'Creo que este gobierno implica un cambio de paradigma', dijo la intendenta.
Esa parece ser la clave de los tiempos: el cambio se exacerbó. El cambio moderado de Horacio Rodríguez Larreta perdió frente al cambio más agresivo de Patricia Bullrich. Y el cambio de Pato se diluyó frente a la ruptura total del León. No fue puro marketing. La motosierra se encendió y nunca más paró.
Así hubiese ganado la reelección Baistrocchi, el Ecoparque tampoco podría haberse sostenido con recursos municipales. Ahí quedará el predio de 54.000 metros cuadrados. La UTE Chiconi SRL y Constructora Sat SRL avanzó hasta alcanzar el 40 por ciento de los trabajos encomendados. Esta semana Susana tomará la decisión final. No será otra que hacer un impasse por tiempo indefinido.
Detener una obra de tal magnitud habría sido una frustración en el pasado. Hoy no está claro cuál será el impacto en la opinión pública. La intendenta ganó la elección con un mensaje de cercanía al vecino. Se comprometió a focalizar los esfuerzos en las pequeñas cosas que importan en la vida cotidiana. Tampoco será fácil en virtud de las restricciones presupuestarias.
A Baistrocchi no le alcanzó con su despliegue de obras para retener el poder. No bastó el Ecoparque, ni la repavimentación de las avenidas Córdoba e Ignacio de la Roza, ni las plazas nuevas o las recuperadas. Susana no solo le ganó a Emilio, también se impuso sobre el resto de los pesos pesados que se anotaron en la contienda capitalina. Desde su aliado Rodolfo Colombo hasta el peronista Leonardo Gioja y la bloquista Graciela Caselles. Barrió con todos. El fenómeno tomó por sorpresa a propios y extraños.
Con una trayectoria política forjada al lado de Roberto Basualdo primero y Orrego después, Susana siempre caminó en los pasillos legislativos. Le toca probarse a sí misma en la intendencia más visible de toda la provincia. En el éxito de su gestión irá abrochada la posibilidad de seguir extendiendo el dominio de Producción y Trabajo, que empezó modestamente en Santa Lucía, luego contagió a Rivadavia y finalmente se quedó con el corredor Este-Oeste del Gran San Juan.
Mientras tanto, el justicialismo se reagrupa con la misión de recuperar los territorios perdidos. En Capital la confrontación interna sigue siendo una amenaza. No quedó saldada aquel 14 de mayo del año pasado. Baistrocchi rompió con Sergio Uñac y viceversa. El enfrentamiento no tiene punto de retorno.
Por eso Baistrocchi se apresuró a mostrar identidad propia en la última reunión del Consejo del PJ. En soledad, se opuso a la prórroga de mandatos. ¿Podrá sumar voluntades a su intento autonomista, separado del uñaquismo y del giojismo? Puntos suspensivos. Muchos.
A fin de año debiera estar normalizado el partido a nivel provincial y a nivel nacional, para encarar el 2025 con la expectativa de recuperarse. Será el momento de votar legisladores nacionales. Uñac intentará proyectar figuras propias. Tendrá que acordar con Gioja. Habrá otros en el medio buscando su porción.
El peronismo pondrá en juego dos bancas: la de Walberto Allende y la de Fabiola Aubone. Más allá de que logren retenerlas o no, habrá lecturas finas acerca de cómo se comportó el voto en cada departamento. Entonces habrá llegado la hora del primer test para Susana. Antes le tocó a Emilio. Le pintaron amarillo el mapa en 2021 y fue el preludio de la caída dos años después.
Pero Susana no es Emilio. Ni lo quiere ser. Hubo cambio de ciclo y soplan otros aires. Eso sí, inevitablemente llegará la hora de las urnas.
JAQUE MATE