Todas feas
Explotó en Canal 13 el secretario general de UPCN, Pepe Villa. Se viene el pedido de reapertura de paritarias. Los números limitan.
Se lo pudo escuchar bastante molesto a José "Pepe" Villa este lunes en Banda Ancha, al referirse al aumento del 25 por ciento anunciado por gobierno para las asignaciones familiares de los estatales. No solo se quejó del impacto menor en el ingreso de bolsillo sino fundamentalmente porque fue una medida que dejó al margen a los sindicatos, apenas unos meses después de haberlos involucrado en el momento más ingrato, para suspender hasta nuevo aviso los incrementos acordados en paritarias.
Villa se enojó porque los sindicalistas fueron parte obligada del acuerdo para resignar salarios, pero luego el anuncio del descongelamiento hecho por el gobernador Sergio Uñac el 11 de septiembre en la Casa de Sarmiento los tomó por sorpresa y quedaron afuera, sin siquiera una chance de aparecer como coautores de la buena noticia. Estuvieron en las malas y no los convidaron en las buenas, podría sintetizarse el cuadro completo.
Y fueron dos al hilo. El gobierno capitalizó el descongelamiento del aumento de salarios del 8 por ciento pospuesto en mayo por efecto de la pandemia, y luego también monopolizó el incremento de las asignaciones familiares. Los gremialistas quedaron convertidos en actores de reparto, bien al final de la lista de créditos. Villa, que es un dirigente justicialista histórico y cercano a Uñac, se permitió exteriorizar su malhumor. No llegó a ser "fuego amigo", pero sí un reproche para buenos entendedores.
Efectivamente los llamaron de Libertador y Paula para bancar el congelamiento de los salarios pautados en paritarias a partir de mayo, en contemplación de las dificultades de la pandemia. Y luego se enteraron por los medios de la buena nueva anunciada el Día del Maestro. La mejora de las asignaciones fue la gota que rebalsó el vaso. Jugando su rol sindical, Villa calificó como "insuficiente" la suba del 25 por ciento en este adicional por familia a cargo.
Y redobló la apuesta. Anticipó aquí en Canal 13 que le pedirá a la ministra de Hacienda, Marisa López, la reapertura de la discusión de salarios porque quedaron muy rezagados con respecto a la inflación. Y que entre noviembre y diciembre debería aplicarse otra mejora para compensar a los estatales el deterioro de su poder adquisitivo. Es un tema delicadísimo, porque la funcionaria proyecta cerrar el ejercicio fiscal 2020 con déficit. Será la primera vez en muchos años que San Juan deba presentar resultados en rojo.
Villa apeló al acuerdo original de las paritarias según el cual en julio debía reabrirse la negociación, como condición que sustituyera la eliminación de la cláusula gatillo. Claro que agosto fue el mes del brote de Covid-19 en Caucete y del regreso a la Fase 1. Nunca menos oportuno un planteo de esa naturaleza, en medio de la zozobra. Pero aparentemente las condiciones han variado y hoy el líder de UPCN se está animando a instalar un pedido que seguramente va provocar a efecto contagio.
Mucho más moderado, el secretario general de UDAP, Luis Lucero, también dijo ayer en Banda Ancha que la inflación ha carcomido los salarios docentes y que debería reabrirse la instancia de diálogo. Sobre todo en su sector, que ha tenido mayores gastos para enfrentar las clases virtuales con recursos propios.
Según los datos oficiales del Instituto de Investigaciones Económicas y Estadísticas de la provincia, San Juan acumula una inflación del 39,7 por ciento en los últimos 12 meses, de agosto a agosto. Con el descongelamiento del aumento en los haberes de octubre, los estatales estarán recibiendo un aumento estimado oficialmente en el 16 por ciento. Es decir, 23 puntos por debajo de la evolución de precios minoristas.
Hay argumentos válidos para que los sindicatos vuelvan a la carga por una mejora que les permita achicar el daño. El problema es que también hay razones de peso para pedirles otro gesto de solidaridad con la provincia. El rojo fiscal es una de esas justificaciones. Pero el contexto general del sector privado también le pone un cerco a Uñac.
Si bien la provincia sigue figurando con uno de los índices de desempleo más bajos del país, ha crecido la tasa. Los trabajadores no dependientes del Estado han tenido más resignaciones que beneficios. Ni qué decir los cuentapropistas, dañados por la brutal caída de la actividad económica en este año atípico.
Nuevamente, frente a la escasez de recursos, la realidad se presenta desafiante. Lo de Villa no fue un exabrupto sino un gesto calculado. Conoce a la perfección todo el escenario. Otra vez el problema es más político que económico. La solución también.
JAQUE MATE