Una clase de miedo diferente
El regreso a las aulas en análisis para junio abrió el debate hasta ahora mediático. La convocatoria oficial desde el Ministerio de Educación aún no se hizo.
Desde que el ministro de Educación, Felipe De los Ríos, anunció que están evaluando reiniciar las clases presenciales en junio, solo un mensaje a favor llegó a través de las vías de comunicación de Canal 13 San Juan. Fue el de un papá, con una hija que está a punto de finalizar la escolaridad primaria y necesita alguna coordenada acerca de cómo será su transición hacia la secundaria, el cursillo de ingreso y todos los aspectos de una normalidad disuelta en el marco de la pandemia.
Solo ese mensaje de apoyo. El resto fue una catarata de objeciones. La mayoría, fundada en el temor al contagio cuando el invierno apenas está por comenzar. Ganó la postura de privilegiar la vida por encima del resto de las dificultades que presenta la cuarentena. Hubo sintonía fina con el discurso que pronunciaron el presidente Alberto Fernández y el gobernador Sergio Uñac desde que comenzó esta etapa excepcional.
Con altura y sin consideraciones políticas, los papás y las mamás coincidieron en la inconveniencia de agolpar a sus hijos e hijas en las escuelas cuando la pandemia todavía no dibujó su pico máximo en la provincia.
En un sentido similar se expresaron en este medio el secretario general de UDAP, Luis Lucero, el de UDA, Julio Roberto Rosa, y el de AMET, Daniel Quiroga. Los tres integran la paritaria docente y pidieron al ministro De los Ríos la apertura de una mesa de diálogo para articular el regreso a clases. Esa convocatoria seguía pendiente a primera hora de este martes.
Mientras tanto, el ministro de Educación de Nación, Nicolás Trotta, mantuvo ayer un encuentro con sus equipos técnicos para coordinar una evaluación en todo el país que incluirá desde encuestas on line con alumnos hasta entrevistas en profundidad con 5.000 directivos y 25.000 docentes de niveles inicial, primario y secundario, y encuestas en unos 2.800 hogares de las 24 jurisdicciones con el apoyo logístico de UNICEF.
Con esa evaluación pretenden conocer cuánto sirvieron las clases virtuales y cuánto más se amplió la brecha entre los alumnos, según los recursos con que cuentan en sus hogares. Con las escuelas cerradas, la inequidad debió quedar todavía más al desnudo. Pero también con ese estudio de rango nacional habrá una medida concreta para tomar las decisiones. En primer término, cómo se debe retomar la presencialidad.
Trotta incluyó a San Juan en el Consejo Asesor para la Planificación del Regreso Presencial a las Aulas. La provincia continuaba este lunes con cinco casos positivos de Covid-19, tan solo dos aún activos y los otros tres recuperados. Esta situación epidemiológica permitía avanzar con nuevas flexibilidades. La postura que el propio De los Ríos explicó en Canal 13 fue que el Ejecutivo debe tomar decisiones. Entonces, más allá de la factibilidad o no de que reabran las escuelas en un par de semanas, la intención es salir de la incertidumbre, abrir el debate.
Aparentemente lo que se ha hecho es apenas dar el primer paso. Lanzar el asunto sobre la mesa para que cada uno diga lo que tenga que decir. En ese aspecto, lo que suceda en los medios de comunicación será de mucha utilidad. Luego, necesariamente tendrá que venir una etapa de discusión cara a cara. Y es lo que están reclamando los sindicatos: que se convoque a la paritaria o a cualquier otra instancia parecida para desanudar uno de los puntos más difíciles de la cuarentena.
Volver a clases involucra volcar cantidades de docentes y alumnos al sistema de transporte público de pasajeros. Es el primer obstáculo. El Covid-19 viaja en colectivo, en subte, en ferrocarrill, en avión. Lo dijo y repitió hasta la saturación el ministro de Salud de Nación, Ginés González García, para desalentar la utilización de estos medios de locomoción.
Frente a esto, el primer borrador sanjuanino indica que se movería una cantidad muy discreta de personas. Un reducido grupo de docentes y de estudiantes, priorizando el último año del nivel secundario, entendiendo que son los alumnos más urgidos de normalizar un ciclo lectivo diezmado por la peste. El resto de los niños, niñas y adolescentes debería seguir en casa. Pero este argumento, sigue sin convencer a muchos. Si son mayoría, todavía eso es un misterio.
Tanto se reiteró el mensaje oficial de #QuedateEnCasa, que la letra quedó marcada a fuego. Desandar ese camino para regresar a la vida cotidiana no será tarea fácil. Reabrir el comercio al público fue una prueba exitosa y desde el viernes vendrán los bares y restaurantes. Sin embargo, ninguno genera obligación, va el que quiere. Y, de hecho, se ha movilizado mucho menos gente que en tiempos previos a la pandemia.
Parece oportuno discutir la apertura de las escuelas, porque no se asemeja absolutamente a nada, empezando por el cómputo de la asistencia. No es opcional. Se trata de la primera decisión de un alcance semejante desde que empezó el confinamiento. Que junio sea el mes indicado, genera más dudas que certezas. Hacerlo intempestivamente y de manera inconsulta directamente no tiene lugar.
JAQUE MATE