'Hay que saber tragarse sapos', reconoció José Luis Gioja este jueves en Banda Ancha. Fue la síntesis más redonda del momento que transita la política en general y el peronismo en particular. No obstante, entre decirlo y hacerlo hay una distancia considerable. Esta semana hubo algunas demostraciones.

La derrota sufrida el 2 de julio no suavizó la interna entre Gioja y Sergio Uñac. Volverán a enfrentarse el 13 de agosto en la primaria por las candidaturas para el Congreso. Solo uno ganará y pasará a la general del 22 de octubre. ¿Y el otro? A comer sapo nomás.

El diputado nacional deslizó algunos reproches contra el gobernador. Nada nuevo. Le imputó no haber abierto el diálogo para construir la unidad que sí se pudo alcanzar a nivel nacional. Pero rápidamente reenfocó y puso en el centro la cuestión de fondo: 'La prioridad central es Sergio Massa presidente y Agustín Rossi vicepresidente'.

En otras palabras, sería imperdonable para el peronismo sanjuanino distraerse en la pelea doméstica, a riesgo de perder con Juntos por el Cambio como ya sucedió hace dos domingos. Hoy el gobierno nacional es el último refugio del justicialismo que el 10 de diciembre tendrá que entregarle las llaves a Marcelo Orrego.

Los próximos cuatro años serán áridos para la dirigencia y la militancia peronista sanjuanina, debido a este cambio de timón que puso fin a 20 años de hegemonía. Pero mucho peor será este tiempo por venir, para ellos, si tampoco pudieran conservar el poder en la Casa Rosada. Será todo un desafío, cuando las encuestas siguen augurando un escenario de tercios y nadie se despega lo suficiente para considerarse ganador o ganadora anticipadamente.

Por eso Gioja reenfoca rápidamente en la cuestión de fondo: Massa presidente y Rossi vice. La parte del compañero de fórmula resulta muy significativa. El 'Chivo', como le dicen al veterano dirigente santafecino, es amigo del 'Flaco'. También tiene una relación muy estrecha con la giojista Daniela Castro, a quien se llevó del Congreso al Ministerio de Defensa en diciembre de 2019.

Por lo tanto, para Gioja y su gente, el ascenso de Rossi podría significar mucho más que el de Massa en persona, en términos de cuota de poder. 

¿Y Uñac? El gobernador también conoce esta vieja tradición de 'tragarse sapos'. Este jueves lo sugirió en la primera rueda de prensa a agenda abierta que concedió desde la derrota del 2 de julio. Venía de reunirse a solas con Massa. Se tomaron la primera foto de campaña, luego del faltazo del sanjuanino a la reunión en el CFI. No estuvo con los gobernadores que acompañaron a la fórmula presidencial de Unión por la Patria.

Un periodista le preguntó a Uñac si sentía 'ansiedad' por la contienda que tendrá que librar dentro de un mes. El pocitano contestó con serenidad: no será la primera ni la última vez que deba afrontar una situación de esta naturaleza y con viento de frente. El primer paso para encarar esta campaña era, naturalmente, afianzar el vínculo con el precandidato presidencial. Lo hizo.

Sobre el cierre de la campaña para la gobernación, el jueves 29 de junio, Uñac reconoció en Banda Ancha que tuvo momentos de mayor cercanía y otros de mayor distancia con Massa. Lo desdramatizó. Su ausencia en la cumbre del CFI despertó suspicacias. Se ocupó personalmente de despejar todas las dudas este miércoles cara a cara con el presidenciable. Segundos afuera, dirían en el cuadrilátero.

Uñac se jugará una posta decisiva para su carrera política este 13 de agosto. No podría permitirse perder la primaria con Juan Carlos Gioja. En tal hipótesis terminaría la gestión muy apocado. Hoy puede responsabilizar a la intervención de la Corte Suprema por el resultado del 2 de julio. En definitiva, no lo dejaron competir. Pero esta vez será diferente: su nombre estará impreso en la boleta, sin intermediarios.

Tanto el voto de Uñac como el de Gioja empezarán con la fórmula Massa-Rossi. Por lo tanto, la maquinaria electoral debe funcionar con alta precisión. Si Uñac quiere ganar -en realidad, lo necesita- antes debe militar la lista completa de Unión por la Patria. 

Eventualmente Uñac y Gioja van a coincidir al lado de Massa, el día que el tigrense venga a San Juan. Sucederá más pronto que tarde. Un anticipo pudo verse este jueves en la discreta convocatoria de Franco Aranda, el presidente del Frente Renovador. El líder del massismo local armó una mesa de campaña por expreso pedido del ministro de Economía. Logró sentar a referentes de todos los sectores, por encima de la grieta peronista. Pero asistieron segundas líneas.

Ni Uñac ni Gioja aceptarán que Aranda se siente en la cabecera. Pero tampoco otros líderes políticos que mandaron emisarios. Por ejemplo el presidente del Partido Bloquista, Luis Rueda. En nombre de su fuerza asistió la diputada Graciela Caselles, quien tiene una relación previa con Massa. Otro ejemplo fue Fabián Gramajo, fundador de la corriente interna 'San Juan te quiero'. Estuvo a través de Mónica Ramos, funcionaria del área social de Chimbas.

Si Uñac quiere hablar con Massa, no pasará por el filtro del Frente Renovador. Gioja tampoco. Aranda tendrá que seguir como pueda, intentando remendar la unidad deshilachada. Quedan muchos sapos todavía en el menú.


JAQUE MATE