De los 580.807 sanjuaninos y sanjuaninas empadronados, el pasado 12 de septiembre fueron a las urnas 390.356 electores. El presentismo en las primarias alcanzó el 67%. Fue mucho más elevado que el pronóstico pesimista, pero dejó aún un margen alto de crecimiento para la general del 14 de noviembre. En términos estrictos, son más de 190.000 votos disponibles. Una enormidad. ¿Para quién? Esa es la cuestión.

Ahí está el botín que se disputan por estos días los cuatro frentes electorales en carrera, pero particularmente los dos primeros que, de acuerdo a los guarismos de la PASO, tienen mejores chances de quedarse con las tres bancas en juego en el Congreso Nacional. El Frente de Todos y Juntos por el Cambio polarizaron el comicio con una diferencia de apenas unos 18.000 votos entre el primero y el segundo. Son números oficiales del escrutinio definitivo de la Cámara Nacional Electoral.

Desde 2003 en adelante, el PJ y sus aliados nunca perdieron una sola elección en San Juan, exceptuando algún municipio donde el basualdismo primero y el orreguismo después se hicieron fuertes. Hubo un remezón en las primarias de 2013, cuando Roberto Basualdo armó una interna con ¡cinco! precandidatos y entre todos sumaron más votos que la lista de unidad del Frente para la Victoria. 

Era tal la diversidad de esos cinco precandidatos que en la general el voto que habían sumado un par de meses antes se dispersó y el oficialismo volvió a quedarse con dos de las tres bancas en juego. Esta vez el orreguismo heredero del basualdismo no sacó más votos el el uñaquismo en la PASO. Pero quedó muy cerca de empardar. Y no lo hizo con un amontonamiento de listas sino con una sola. Mano a mano.

Por lo tanto, este escenario de 2021 no tiene un precedente que permita anticipar lo que sucederá el 14 de noviembre. Mucho menos cuando hay unos 190.000 votos disponibles de electores que directamente no asistieron al cuarto oscuro el 12 de septiembre.

Ir a golpear la puerta a cada casa donde el votante decidió quedarse, es la estrategia común entre las dos primeras fuerzas. Luego Juntos por el Cambio tiene otra vertiente de votos posibles que está buscando abiertamente.

Lo ratificó el diputado por Rivadavia, Sergio Miodowsky, este lunes en Banda Ancha: van por los votos de Marcelo Arancibia y Consenso Ischigualasto. El expresidente del Foro de Abogados también está referenciado a nivel nacional en Juntos por el Cambio. Sus 34.000 votos alcanzados en las primarias son perfectamente compatibles con Susana Laciar, de acuerdo a los cálculos del búnker orreguista.

'A la gente que ha optado por terceras fuerzas le pedimos humildemente que opte por nuestro espacio porque tiene posibilidades de llegar', dijo sin falsos pruritos Miodowsky. El mensaje fue directo y se puede traducir más linealmente todavía: 'si votaste a Arancibia, ahora hacelo por Laciar'. Claro que jamás podrían salir a la calle con ese slogan porque sería políticamente incorrecto. Pero está planteado.

Aunque Miodosky también blanqueó el entusiasmo de Juntos por el Cambio por quedarse con dos de las tres bancas, desplazando al uñaquismo al segundo lugar, los números todavía le dan una ventaja importante al oficialismo.

Como se ha dicho y escrito en esta columna, para que Juntos por el Cambio derrote al Frente de Todos en San Juan deberían suceder al menos tres cosas: 

  1. Que el oficialismo no crezca sustancialmente en la general con respecto a la primaria.
  2. Que entre los nuevos votantes presentes y la migración de la tercera fuerza, Laciar logre descontar los 18.000 votos de distancia con Walberto Allende.
  3. Recién entonces, sumar la diferencia suficiente para consumar la victoria el 14 de noviembre.

No es imposible pero es difícil, porque Sergio Uñac se puso al frente de una campaña mucho más agresiva que la anterior, con un acento más provincial incluso, y con el llamado a los propios a repetir la proeza de 2017 cuando San Juan quedó convertida en un lunar azul en un mapa argentino pintado de amarillo.

Juntos por el Cambio tendrá otra dificultad adicional. Consenso Ischigualasto no cederá alegremente los votos. Arancibia no se ha retirado y, por el contrario, está empecinado en romper la polarización para dividir el escenario en tres. Esa meta le queda muy, muy lejos, teniendo en cuenta el punto de partida trazado en las primarias. Sin embargo, la apuesta de la tercera fuerza es y será fidelizar a su votante con el argumento de que el orreguismo se pone el traje opositor solamente en lo nacional, pero no en lo provincial.

'Si a usted le parece que presentar 20 pedidos de informe es ser colaboracionista... cada uno puede opinar lo que quiera', dijo Miodowsky. El rivadaviense es el presidente del interbloque Con Vos, que Arancibia ha tachado públicamente por su mansedumbre. 

'Tampoco es bueno que los políticos estemos todo el día peleando, discutiendo y no resolviendo los problemas de la gente', refutó el diputado provincial, ante la repregunta en Banda Ancha. Resistir los embates del tercero no deja de ser incómodo para el orreguismo. Hay una pelea abierta, descarnada, porque en el fondo están tironeando al mismo votante.

Ese elector no solamente es el que fue al cuarto oscuro el pasado 12 de septiembre sino fundamentalmente el que optó por quedarse en casa y tiene en su poder, más que nunca, la clave para decidir.


JAQUE MATE