Largó oficialmente el segundo tramo de la campaña para las legislativas nacionales y hay mucho más que tres bancas en juego. Mucho más. Para el gobierno de Sergio Uñac, más que nunca el 14 de noviembre se convertirá en un termómetro. Cantó retruco. Nuevamente pondrá su gestión en la parrilla, para provincializar al máximo la disputa electoral. Entiende que es su mejor carta, frente a un escenario muy adverso para la Casa Rosada. La manera de diluir el malestar es con más tonada sanjuanina y menos tonada porteña. En la vereda opuesta, Marcelo Orrego y sus coroneles apostarán al voto bronca. Intentarán capitalizar todo lo que no sea peronista, haciéndole pagar el costo a Consenso Ischigualasto. Algo de eso tradujo Rodolfo Colombo este jueves en Banda Ancha.

Uñac logró pintar de azul la provincia en un mapa nacional amarillado por la disconformidad, el pasado 12 de septiembre. Sin embargo, el resultado ajustado, tan solo 5 puntos por encima de la segunda fuerza, encendió el alerta. El desafío para la general será subir lo suficiente como para neutralizar el crecimiento de Juntos por el Cambio y, de mínima, conservar la diferencia a favor. Incrementar la ventaja sería motivo de euforia. Por ahora, nadie se atreve a entusiasmarse con una avalancha de votos el 14 de noviembre.

En el primer día de campaña, Uñac ofreció una rueda de prensa antes de encabezar el lanzamiento de un programa de empleo en la economía del conocimiento. Fue un mensaje claramente dirigido a los jóvenes, con perspectiva de futuro. En diálogo con los periodistas dijo que su gobierno no armó una estrategia electoral en los útlimos 45 días sino que todo se remonta a los últimos 6 años de gestión. Reiteró que los resultados económicos a pesar de la pandemia han sido de los mejores del país. Igualmente los sanitarios.

Entonces, puso primera con un discurso provincializante (disculpas por el neologismo). Vacunas y grandes obras públicas formarán parte del menú para reconquistar al electorado que no fue a votar el 12 de septiembre o que se volcó por alguna otra opción: ¿la izquierda tal vez?

Uñac propuso 'mirar a través del espejo retrovisor', como un recordatorio de todo lo concretado. Pero al mismo tiempo, proponer un escenario para el corto, mediano y largo plazo con un halo de esperanza. De visitas nacionales, absolutamente nada. Posiblemente ese sea el rasgo diferenciador con respecto al primer tramo de campaña.

En Juntos por el Cambio el asunto tampoco se reduce a conseguir una o dos de las tres bancas en juego. Lo dijo Colombo a cara descubierta en Canal 13: 'nosotros queremos ganar en noviembre pensando en 2023'. Fue muy indicativo de ello el primer paso dado. Este jueves hicieron una caminata por el Barrio Capitán Lazo, en el enorme Rawson. Allí, el oficialismo ganó por 8 puntos, con un importante desgranamiento medido con respecto a 2019. 

El orreguismo se afianzó fuertemente en el eje Este-Oeste, o 'Corredor Libertador', integrado por Santa Lucía, Capital y Rivadavia, con diferencias de dos dígitos sobre el Frente de Todos. Posiblemente no tenga mucho margen de crecimiento allí, porque haya alcanzado su techo el 12 de septiembre. Pero si lograra hacer la diferencia en Rawson, solo descontarle uno o dos puntos al PJ y aliados sería determinante. La estrategia está al descubierto.

Colombo no abundó en detalles por supuesto. Pero sí dejó un par de pistas. Sobre todo cuando fue consultado acerca de la tercera fuerza, Consenso Ischigualasto. Es bastante nítido: el crecimiento de Juntos por el Cambio equivale a comerle votos a los dinosaurios. Por supuesto que apuntarán a todos los electores que se quedaron en casa en las primarias y también a los que metieron el sobre en blanco en la urna. Pero el reservorio más evidente son los 33.500 votos que optaron por Marcelo Arancibia el 12 de septiembre.

'Nadie tiene el voto cautivo. Pero creo que hay una realidad: es una elección terriblemente polarizada. O es el Frente de Todos o es el Frente Juntos por el Cambio. El que quiere que siga el kirchnerismo tiene la opción con los candidatos de Todos. Quien no quiere esa opción, tiene a Juntos por el Cambio', sintetizó Colombo. Así corrió a los terceros. Los bajó del ring. La aspiración de Arancibia de construir un escenario partido en tercios choca de frente con esa especulación. Por supuesto el veredicto final será el 14 de noviembre en el cuarto oscuro.

Colombo en realidad se sentó en el estudio de Banda Ancha para refrescar su propuesta de construir la Ciudad Judicial en el edificio 9 de Julio, como alternativa al proyecto presentado esta semana por Uñac, que consiste en expropiar el terreno de la antena de Radio Colón, desechando la idea original de la ex Cavic. Sin embargo, el líder de ACTUAR cuidó meticulosamente el tono a lo largo de toda la entrevista. Aclaró una y otra vez que no le interesaba polemizar. No atacó la iniciativa del gobierno acordada con la Corte de Justicia.

En ese punto, Colombo fue coherente con el temperamento que el propio Orrego le imprimió al espacio político que conduce. Su estrategia de no confrontación en la provincia le permitió sostener los 38 puntos obtenidos en la legislativa de 2019, dos años después y con Susana Laciar como candidata. Ese logro, haber preservado el caudal electoral, le permitió acercarse al Frente de Todos como nunca antes. Al orreguismo le alcanzó con mantenerse, sin crecer, para arrimarse a tan solo 5 puntos de distancia de la primera fuerza. 

Este jueves comenzó la carrera final. Juntos por el Cambio le sacará punta a la grieta nacional. Laciar reapareció en redes sociales con un agudo posteo contra el nuevo jefe de Gabinete, Juan Manzur, luego de que el tucumano se encomendara a Dios para sacar el país adelante. La maquinaria se puso en funcionamiento. El discurso opositor sanjuanino apuntará toda su munición a la Casa Rosada. Ahí estará su mejor chance de crecimiento, con la expectativa de emparejar todavía más la pulseada con Uñac.

Volviendo a la metáfora de los naipes, Uñac cantó retruco, mientras el orreguismo junta las cartas para cortar con chinchón.


JAQUE MATE