'Seguimos vivos compañeros y compañeras', dijo Sergio Uñac este lunes en la madrugada, en la sede central del Partido Justicialista. Con esa frase de entrecasa, para la militancia, despojada de todo formalismo, desnudó el sentido más profundo de lo que puso en juego este domingo de primarias abiertas, simultáneas y obligatorias. Al borde del knock out, logró ponerse de pie. Ya vendrá el siguiente round en un par de meses.

Uñac logró imponerse con holgura en la interna del Frente Unión por la Patria sobre Juan Carlos Gioja. Terminó unos 13.000 votos arriba, más que suficientes para que la tendencia fuera irreversible. En la sumatoria de ambas expresiones, el justicialismo superó por muy poco al fenómeno libertario. Apenas 2.000 votos. Dos contra uno: Uñac y Gioja contra la lista de unidad de Javier Milei.

El ranking por frente electoral puso a Juntos por el Cambio tercero en San Juan, para las categorías parlamentarias. Por eso no hubo clima de festejo en el búnker de Ignacio de la Roza y Ameghino. Solo un mensaje sobrio de parte del vicegobernador electo, Fabián Martín.

Pero hay otra lectura posible. Si se toma el resultado por candidato, individualmente, el podio se altera: quedó primero el libertario Bruno Olivera con 126.000 votos, segundo el orreguista Emilio Achem con 74.000 votos y tercero Sergio Uñac con 70.000 votos.

¿Es lícito hacer esta lectura? Relativamente. Pero revela otro aspecto fundamental: en los dos meses que quedan hasta la elección general del 22 de octubre habrá que observar cómo se desplazan los puntos que obtuvieron los precandidatos hoy extintos. ¿A dónde irán a parar los votos giojistas? ¿Se trasladarán automáticamente al uñaquismo? ¿O habrá algún desgranamiento y en beneficio de quién?

Y siguen los interrogantes. ¿A dónde irán los votos halcones que acompañaron a Juan Domingo Bravo y Eugenia Raverta? ¿Serán para Achem y compañía por el solo hecho de compartir el color amarillo? ¿O puede migrar algún punto despechado hacia otro espacio? Este razonamiento será el gatillo de las estrategias de campaña en lo inmediato. 

No habrá tiempo de reposo. No cuando la foto de estas PASO dejó también en San Juan un escenario de tercios. Se rompió la polarización que marcó tanto el 14 de mayo como el 2 de julio. La discusión ya no es entre dos, sino entre tres. Es la primera conclusión fundamental de este 13 de agosto.

'Seguimos vivos compañeros y compañeras', la frase de Uñac en el PJ hace apenas unas horas, resumió todo esto. Pudo haber terminado la carrera política del gobernador, si le ganaba Juan Carlos Gioja. Pero no sucedió. Sergio podrá aspirar a una banca en el Senado. Aún así, tal vez esto no sea lo más importante, sino lo partidario. Podrá seguir en la discusión del liderazgo del justicialismo en adelante.

Lo dijo expresamente este lunes en la madrugada, en el escenario de calle 25 de Mayo y Alem. 'Cualquiera de ustedes puede tomar el bastón de mariscal', sostuvo el gobernador. Y recordó las palabras de Juan Domingo Perón acerca del trasvasamiento generacional.

Hay una sola manera de interpretarlo. Uñac se apoyará en el resultado de esta primaria para reclamar que una figura de su espacio, 'Vamos San Juan', quede al frente de la nueva conducción del PJ. Y buscará trazar una línea, donde los líderes que estuvieron a cargo en las últimas décadas deban apartarse. Por supuesto, fue una consigna orientada a liquidar la tensión eterna con José Luis Gioja.

Es un tema delicado, porque Uñac necesitará dentro de un par de meses los votos peronistas que no lo acompañaron este domingo. Derrotado, Gioja dejó entrever que hará valer su capital interno. Le puso condiciones al respaldo. Dijo que para llegar a un acuerdo hace falta voluntad de ambas partes.

Entonces, si Uñac quiere sumar a Gioja, tendrá que llamarlo. O no. Hay una cuestión superestructural que excede las pequeñeces sanjuaninas. A todos les urge apuntalar la campaña presidencial de Sergio Massa

El giojismo en pleno es consciente de que están a punto de perder la Casa Rosada. Sentarse a mirar el derrumbe total no es opción. En tal caso, parecen haber quedado acorralados: acompañar a Uñac será un efecto colateral, derivado de la causa mayor. Lo nacional.

Militar por un Sergio implicará hacerlo también por el otro Sergio. Una cosa va de la mano de la otra. Eso sí, en el cuarto oscuro el votante es dueño de hacer lo que le plazca. Ningún dirigente puede apropiarse de ese cúmulo de voluntades. A las pruebas hay que remitirse. Los acuerdos de cúpula no garantizan victorias.

El gobernador sintió el golpe del 2 de julio, cuando le tocó saborear la derrota a través de su hermano, Rubén Uñac. Fue el punto final para 20 años de justicialismo en el poder. Pero eso ya es pasado. En la vorágine del 2023 súper-electoral, no hay tiempo para lamentaciones.

A la grieta le salió un brote, por derecha y con abundante cabellera. Tan vigoroso es ese brote, que desafió todas las proyecciones. Incluso, llevándose muchos votos peronistas en bastiones como Rawson y Chimbas. No está nada dicho. A este combate le queda todavía un round. O dos.


JAQUE MATE