Están pasando cosas debajo de la superficie del Frente San Juan por Todos, una vez superado el atípico 14 de mayo que dejó a los sanjuaninos y las sanjuaninas sin la posibilidad de elegir gobernador y vice por decisión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Ese comicio, cuando finalmente suceda, quedará solapado con el nacional. Las las fechas son inminentes. Lo planteó esta semana el intendente de Chimbas y actual candidato a vicegobernador de la Subagrupación San Juan Vuelve, Fabián Gramajo.

Hay una confrontación interna entre uñaquismo y giojismo no finiquitada todavía, a pesar de que el reparto de fuerzas quedó claro el 14 de mayo a favor del gobernador. Se aproxima otra discusión que puede o no tener relación con este capítulo pendiente. El 14 de junio habrá que anotar frentes electorales para inscribir candidaturas a senadores y diputados nacionales. Quedan apenas dos semanas.

Nuevamente Sergio Uñac tendrá que ponerse a la cabeza de una arquitectura de poder que pueda o no incluir a todos en el esquema de listas. Este año le tocará a San Juan renovar las tres bancas en el senado y otras tres bancas en Diputados. El giojismo pretende que el diálogo sea inclusivo, que haya un reparto distributivo de las cuotas de poder.

Gramajo también está militando esa vía de diálogo y consenso. Pero si salió a decirlo puertas afuera, eso refleja que las conversaciones no están del todo encaminadas.

Como se ha dicho y reiterado en esta columna, Gramajo no se convirtió al giojismo. El intendente de Chimbas generó una alianza electoral con la intención de proyectar provincialmente su propio espacio denominado 'San Juan te quiero'. Tiene para mostrar una elección municipal contundente a través del resultado obtenido por Daniela Rodríguez. Individualmente fue la candidata a intendenta más votada hace un par de domingos.

Ese es el caudal que Gramajo pretende poner sobre la mesa a la hora del demorado diálogo por el reparto de lugares en las listas de legisladores nacionales. ¿Está pidiendo Gramajo una candidatura para sí mismo? Es una posibilidad.

Si se tomara cualquiera de las categorías votadas el 14 de mayo para proyectar el caudal de votos que hubiesen obtenido Sergio Uñac, José Luis Gioja y Marcelo Orrego,  claramente Gioja habría quedado en desventaja, sin chances de ganar el comicio. Pero no se votó por gobernador. Cuando la Corte Suprema levante la suspensión del comicio es muy posible que Uñac ya no pueda competir en nombre propio. Entonces los escenarios pueden ser todavía muy volátiles.

A esto habrá que agregarle que Gioja hizo y haría un importante aporte de votos a la Agrupación San Juan por Todos frente a un rival que todavía no está derrotado. Efectivamente Orrego consolidó un poderío territorial al ratificar el dominio de Santa Lucía y Rivadavia, sumándole esta vez y por amplio margen Capital.

De este modo el uñaquismo, que ha demostrado un caudal electoral significativo y mayoritario, no podría despreciar el aporte solidario de la fórmula Gioja-Gramajo en los términos de la Ley de Lemas. Esta es la lectura que están proponiendo desde el gramajismo. Lo hacen de manera elíptica, no frontal, pero queda bastante en evidencia el enfoque propuesto. 

Cada voto cuenta y ese fue también el mensaje que bajó Uñac a sus intendentes electos en la reunión mantenida esta semana en Casa de Gobierno. Les pidió a todos y todas que no se relajen porque falta la batalla de fondo.

Como era de esperar, entre todos los intendentes electos hubo cinco ausentes: los cuatro de Orrego más la chimbera Rodríguez. Ese bastión del Norte del Gran San Juan ofrece un volumen indispensable cuando se discute lo provincial y cuando la oposición acaba de edificar una victoria importante en el corredor Libertador.

Es precisamente este argumento el que sostiene Gramajo para volver a activar un llamado al diálogo que todavía no sucedió o, mejor dicho, se ha mantenido con interlocutores muy tímidamente sin haber arribado a ningún acuerdo ni siquiera en borrador.

Uñac sigue teniendo la sartén por el mango. Sigue sentado en la cabecera de la mesa. El resultado electoral del 14 de mayo ratificó esa conducción política. Por lo tanto todos, propios y extraños dentro del peronismo, entienden que él será el gran ordenador. 

A diferencia de las elecciones provinciales que debieron haberse resuelto en una sola vuelta, las elecciones nacionales tendrán doble instancia. Habrá PASO en agosto y generales en octubre. Además puede haber más de un candidato presidencial en carrera. ¿Será esa finalmente la solución, que los candidatos de Uñac al congreso vayan con un presidenciable mientras los candidatos del giojismo se anoten en otra lista disponible? La ley los habilita. Podría ser el camino de salida para este dilema.

El problema de las PASO es que son eliminatorias. Una lista gana y la otra pierde. Aquel viejo apotegma peronista de que 'el que gana conduce y el que pierde acompaña' raramente se verifica en la realidad. Entre la primaria de agosto y la general de octubre hay un tiempo lo suficientemente prolongado para que haya corrimientos, maniobras, operaciones.

Lo siguiente será preguntarse: ¿está el peronismo en condiciones de correr el riesgo de dividirse frente a una oposición que llegaría con un ventajoso arrastre desde lo nacional? Hay y habrá respuestas distintas para contestar a este interrogante.

Involuntariamente, lo provincial quedó trenzado con lo nacional. Y eso es ya irreversible.


JAQUE MATE