El día después de las elecciones hubo febriles reuniones informales para analizar el resultado de las urnas y, hay que decirlo también, buscar responsabilidades. En Juntos por el Cambio pudo quedar un sabor amargo por haber terminado tan cerca de la victoria y sin embargo, otra vez y sobre la recta final, se le escurrió entre los dedos. En el Frente de Todos, que logró ganar, se encendió una luz amarilla por la pérdida de puntos porcentuales que amenazaron el triunfo.

La oposición celebró el segundo lugar el pasado domingo, aunque el macrista Enzo Cornejo finalmente se quedó afuera del Congreso Nacional. A la hora de contar las bancas en la Cámara de Diputados, mantuvieron la que tienen históricamente desde la época en que Roberto Basualdo fundó Producción y Trabajo. Ese escaño será a partir del 10 de diciembre para Susana Laciar.

Sin embargo en el bunker de Ignacio de la Roza y Ameghino hubo un clima de fiesta, como si hubieran conseguido derrotar al Frente de Todos. Como ya se ha dicho, la celebración estuvo atada a la situación de cuasi paridad. Fue apenas 1,2 por ciento de diferencia entre las dos primeras fuerzas.

Fue motivo de festejo haber quedado uno a la par del otro porque esto era impensable durante las dos últimas décadas. El peronismo y sus aliados construyeron una coalición sólida que en sus mejores tiempos logró hasta triplicar al segundo. Pretérito. Este domingo 14 de noviembre redefinió el escenario.

El resultado que celebraron en Juntos por el Cambio también tuvo su lado B. Se escuchó en segundas y terceras líneas que hubo pases de factura internos, porque quedó al descubierto que podrían haber dado el batacazo. Que en algún lugar faltó esfuerzo. Que dejaron pasar la oportunidad. Y el futuro, el 2023, todavía no le pertenece a nadie.

Otro tanto sucedió en el Frente de Todos, donde la victoria tuvo sabor agridulce. La ventaja sobre la segunda fuerza se redujo a menos de un tercio con respecto a la primaria. Pasó de 18.000 a 5.000 votos. La derrota en Capital fue mucho peor en noviembre que en septiembre. Juntos por el Cambio amplió su ventaja de 22 a 28 puntos en ese que es el segundo distrito más poblado de la provincia. Hay que poner muchos otros departamentos más chicos del otro lado de la balanza para compensar esa caída.

Rawson no ayudó. A pesar de que el peronismo y aliados ganaron el domingo, la victoria por 8 puntos en las PASO se achicó a la mitad, apenas 4 puntos. Chimbas hizo su aporte con un crecimiento de 3 puntos de ventaja entre las primarias y las generales. En el Norte el oficialismo obtuvo 21 puntos más que el orreguismo. Fueron 10.000 votos de diferencia. 

Aunque está lejos de las mejores épocas, la contribución permitió compensar parcialmente la ola amarilla que se apoderó del corredor Libertador, como lo bautizó el periodista Sebastián Saharrea: Santa Lucía, Capital y Rivadavia.

En Santa Lucía curiosamente el peronismo y sus socios lograron recortar un poco la derrota de las PASO, de 25 a 22 puntos. Algo habrá contribuido para amortiguar el golpe. En Rivadavia se mantuvo el margen negativo para el Frente de Todos en 13 puntos.

A este rápido repaso por el Gran San Juan se podría sumar el segundo anillo, el conurbano donde entran Pocito y Albardón, por ejemplo, donde la ventaja del uñaquismo sobre el orreguismo también se acortó. Hubo márgenes respetables, de 16 y 17 puntos de diferencia, respectivamente. Pero fueron menores a los alcanzados el 12 de septiembre. Los números están a la vista y los dedos acusadores también.

El día después Sergio Uñac habló con Radio Sarmiento para proponer la eliminación de las PASO provinciales en 2023. Con este anuncio el gobernador cumplió con una de sus consignas históricas: 'hay que desdramatizar', dijo una y otra vez desde que asumió la gestión. Es lo que hizo nuevamente en esta oportunidad. Puso en valor que San Juan entró entre las 9 provincias donde el Frente de Todos pudo sostener la victoria.

Todavía no está claro si el gobierno provincial hará algún ajuste. O si, por el contrario, ratificará todas y cada una de las áreas, entendiendo que el resultado electoral solo se puede atribuir a la ola nacional, sin una pizca de mensaje de apercibimiento para intendentes o para quien hoy conduce los destinos de San Juan.

A un alto dirigente municipal, consternado por los números estrechos, se le escapó una metafórica definición en una conversación privada. Dijo que a algunos 'los vacunaron'.

Interesante expresión en tiempos de pandemia, porque recibir una vacuna es positivo, bajo todo punto de vista. Permite generar anticuerpos para resistir mejor el próximo contagio. De todos modos, como se vio a lo largo de los últimos dos años, en todo el mundo hay todavía grupos que rechazan el pinchazo.


JAQUE MATE