Este domingo 1 de octubre es clave. Esto se debe a que en Santiago del Estero, se realizará el primer debate presidencial del año en la Argentina.  En esta ocasión se verán las caras: Javier Milei, Patricia Bullrich, Sergio Massa, Juan Schiaretti y Myriam Bregman. Los candidatos a presidente darán a conocer sus propuestas y podrán hacer uso de todas las herramientas dispuestas por la Cámara Electoral Nacional. Aunque es menester recordar que no es el primero sino el tercero que se da en la historia Argentina. 

La historia de los debates presidenciales en Argentina ha estado marcada por la escasez de encuentros significativos. El primer intento, que data de 1989, se convirtió en un evento fallido que aún resuena en la memoria colectiva del país.

En aquel año, el candidato radical Eduardo Angeloz se preparó para intercambiar ideas y propuestas en un debate televisado con Carlos Menem, su oponente peronista. Sin embargo, Menem optó por no asistir al programa "Tiempo Nuevo", conducido por Bernardo Neustadt y Mariano Grondona. Este evento se caracterizó por la emblemática "silla vacía" junto a Angeloz, que representaba la ausencia de Menem en el debate.

Tras este episodio, pasaron muchos años hasta que se organizó otro debate de importancia. En 2015, cinco de los seis candidatos presidenciales se presentaron al encuentro organizado por la ONG Argentina Debate. Mauricio Macri, Sergio Massa, Nicolás del Caño, Margarita Stolbizer y Adolfo Rodríguez Saá participaron en el debate. Sin embargo, Daniel Scioli, candidato oficialista, siguió el ejemplo de Menem y evitó el compromiso.

La ausencia de Scioli fue notable y provocó reacciones de sus contrincantes. Macri cuestionó la falta de unidad en el Frente para la Victoria y señaló que el silencio de Scioli era una falta de respeto hacia la sociedad. Massa también expresó su descontento, afirmando que Scioli los había faltado al respeto a todos.

El debate de 2015 tuvo momentos destacados, como cuando el periodista Luis Novaresio se apartó del guion y preguntó a los candidatos sobre temas como la despenalización del aborto y las drogas, así como los nombramientos de ministros de Seguridad y jueces de la Corte. Sin embargo, después de la primera vuelta electoral y con un resultado más ajustado de lo previsto, Scioli finalmente aceptó debatir con Macri de cara a la segunda vuelta. En este mano a mano, los dos candidatos intercambiaron dardos personales, con Macri acusando a Scioli de no representar el cambio y Scioli cuestionando la gestión de Macri en la Ciudad de Buenos Aires.

Luego de ello, en 2016 cuando se sancionó la ley actual que establece la obligatoriedad de los debates presidenciales y los confía a la organización de la Cámara Nacional Electoral. Esta legislación también incluyó sanciones para aquellos candidatos que opten por no asistir: la pérdida del acceso a los espacios oficiales destinados a la propaganda electoral. El año 2019 marcó un hito, ya que fue la primera vez que se llevaron a cabo los dos debates oficiales. No se celebró un tercer debate, ya que la elección presidencial se definió en primera vuelta. En estas ocasiones, se presentaron seis candidatos: Alberto Fernández, Mauricio Macri, Roberto Lavagna, Nicolás del Caño, Juan José Gómez Centurión y José Luis Espert, todos ellos de género masculino.

El primer debate de 2019 se realizó en la Universidad Nacional del Litoral, en la ciudad de Santa Fe, y abordó temas clave como política exterior, economía, género, derechos humanos, salud y educación. Alberto Fernández aprovechó la oportunidad para recordar el debate anterior y contraponer la supuesta verdad frente a la mentira: "Hace cuatro años hubo otro debate. En ese debate alguien mintió mucho y otro dijo la verdad. El que mintió es el presidente. El que dijo la verdad está sentado en primera fila", haciendo referencia a Daniel Scioli. Fernández se comprometió a decir la verdad en esta ocasión. Mauricio Macri, por su parte, adoptó una estrategia centrada en el antikirchnerismo, criticando la relación de la expresidenta Kirchner con el dictador Maduro y subrayando la importancia de elegir entre democracia y dictadura.

Nicolás del Caño también dejó su huella en el debate al atacar a los principales candidatos, calificando a Macri como un "lamebotas de Trump" y señalando el supuesto respaldo de Sergio Massa a esa postura.

El segundo debate presidencial de 2019 se llevó a cabo una semana después del primero, en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Esta vez, los temas centrales fueron el empleo, la producción y la infraestructura; el federalismo, la calidad institucional y el rol del Estado; el desarrollo social, el medio ambiente y la vivienda; y la seguridad. A pesar de contar con los mismos candidatos que el primer debate, el ambiente se tornó un poco más tenso.

Nicolás del Caño, candidato del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), nuevamente tuvo un momento destacado. Esta vez, apuntó a Miguel Pichetto, el candidato a vicepresidente de Mauricio Macri en ese entonces. Del Caño acusó a Pichetto de querer "igualar a Micky Vainilla", haciendo referencia al personaje xenófobo interpretado por Diego Capusotto. Juan José Gómez Centurión, por su parte, cuestionó la noción de calidad institucional en el debate. Hizo hincapié en la corrupción y acusó a los dos principales bandos políticos de proteger a sus líderes en casos de corrupción. Argumentó que uno representaba la corrupción y el otro la protección de líderes políticos.