En una nueva etapa de modernización de las Fuerzas Armadas, el Gobierno argentino está próximo a firmar un acuerdo para adquirir más de 100 vehículos de combate blindados, una medida que busca reforzar la capacidad operativa del Ejército y posicionar al país en mejores condiciones dentro del contexto de conversaciones para su posible ingreso a la OTAN.  

Fuentes oficiales informaron a medios porteños que en las próximas 48 horas se espera la firma de una carta de intención para la compra de 109 vehículos blindados 8x8, que incluirán modelos nuevos y usados, equipados con tecnología avanzada, incluyendo capacidades anti-tanques.  

Entre las opciones evaluadas, los Strykers, fabricados por General Dynamics Land Systems en Estados Unidos, se perfilan como la elección más probable. Estos vehículos son reconocidos internacionalmente por su versatilidad, movilidad y capacidad de operar en terrenos diversos, y son utilizados por ejércitos como el de Canadá y Bulgaria.  

El Stryker es un vehículo de transporte de tropas con diseño modular, lo que le permite adaptarse a diferentes configuraciones y misiones. Su capacidad técnica incluye: 

  • Motor: Diésel turboalimentado Caterpillar de 350 caballos de fuerza.  
  • Velocidad máxima: 100 km/h en carretera.  
  • Autonomía: Cerca de 500 kilómetros por tanque de combustible.  
  • Tracción: 8x8, ideal para terrenos irregulares.  
  • Dimensiones: 6,95 metros de largo, 2,72 metros de ancho y 2,64 metros de alto.  
  • Armamento: Puede equiparse con una ametralladora M2 calibre .50 o un lanzagranadas automático MK19 de 40 mm, a través de una estación remota CROWS (Common Remotely Operated Weapon Station).  

En términos defensivos, el blindaje del Stryker protege contra armas ligeras y esquirlas de artillería, con algunas versiones mejoradas para resistir explosivos improvisados y amenazas de lanzacohetes RPG. 

La compra de los Strykers se compara con la reciente incorporación de los F-16 a la Fuerza Aérea y los P-3 Orion a la Armada, fortaleciendo el poder militar argentino en todas sus ramas. Este paso permitirá al Ejército ganar capacidad de despliegue rápido y mayor movilidad en un país que, por su vasta extensión territorial, requiere equipos eficientes y versátiles.  

“Una de las principales prioridades de Argentina es modernizar a sus fuerzas militares. Hay mucho equipamiento antiguo que no ha sido modificado, y esa es claramente una de las cosas con las que Argentina quiere avanzar”, expresó anteriormente Laura Richardson, jefa del Comando Sur de Estados Unidos, durante una entrevista con DEF.  

El acuerdo, aunque avanzado, deberá atravesar un proceso de evaluación de ofertas y plazos de entrega, por lo que la llegada de los vehículos al país podría extenderse durante los próximos años.