Luego de la frustrada votación de la ley ómnibus, el presidente realizó una publicación en su cuenta de X, en la que aseguró que “vamos a continuar con nuestro programa con o sin el apoyo de la dirigencia política que destruyó nuestro país”. De esta forma abre la posibilidad de llamar a una consulta popular para llevar a cabo su plan de gobierno.

Post de Javier Milei en su cuenta de X

Javier Milei aseguró en numerosas oportunidades antes de asumir como presidente, que las reformas tendrían que hacerse de fondo y de una sola vez, y también advertía por ese entonces que de no ser acompañado por los legisladores llamaría a una consulta popular, un plebiscito. 

¿Qué es un plebiscito?

La palabra viene del plebiscitum, que se traduce como “decreto aprobado por la plebe”.

En la forma de gobierno democrática, el plebiscito es un mecanismo de excepción en la formación de las leyes a través de la participación ciudadana utilizando como forma de consulta directa a la población sobre temas de relevancia nacional. Esta herramienta permite que los votantes expresen su consentimiento o rechazo sobre asuntos de excepcional importancia. Su implementación subraya la importancia del consenso ciudadano en decisiones significativas que afecten el destino nacional.

Nuestra constitución clasifica dos categorías de plebiscitos: vinculantes y no vinculantes.

Los vinculantes se caracterizan por su capacidad de transformar directamente un proyecto de ley en normativa vigente, tras recibir apoyo mayoritario del electorado, mientras que los no vinculantes sirven para medir la opinión pública sobre temas específicos sin obligatoriedad de seguimiento por parte del Gobierno.

Sin embargo, para la realización de las consultas populares vinculantes, es imprescindible el acuerdo de ambas cámaras legislativas mediante una ley especial aprobada con mayoría absoluta. Este requisito subraya la necesidad de consenso dentro del espectro político para llevar adelante tales iniciativas, resaltando la importancia de la participación ciudadana en los procesos legislativos a través de mecanismos democráticos directos.

Los temas que se pueden tratar en un plebiscito son: Actos político o medidas de gobierno, cuestiones no constitucionales y no legislativas, ratificar un acto del Poder Ejecutivo, aprobar una transformación política o territorial.

La última vez que se realizó un plebiscito en nuestro país fue en 1984. En aquella oportunidad, el gobierno a cargo del presidente Raúl Alfonsín, llamó a un plebiscito no vinculante para decidir si aceptaría el Tratado de Paz y Amistad con Chile respecto al Canal del Beagle, una zona de disputa limítrofe. El 82% de la ciudadanía argentina respaldó el acuerdo votando a favor, el 25 de noviembre, lo que se ratificó el 30 de diciembre, y se formalizó el 2 de mayo de 1985. En aquél entonces las relaciones con el país vecino se encontraban en un punto álgido, con la amenaza de un conflicto armado.

En 1984 los ciudadanos argentinos votaron en un plebiscito no vinculante.