De acuerdo a un informe del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), a pesar de que las mujeres tienen mayores niveles educativos que los varones, participan en menor medida en el mercado laboral. De hecho solo el 5% ocupa cargos de decisión en sus trabajos, mientras que los hombres duplican este porcentaje, esta brecha ser mantiene desde hace 15 años.

La tasa de empleo para los varones alcanza el 64%, y la de ellas, el 43,9%. Además, los indicadores de desocupación y subocupación horaria femeninos son más altos, aún a pesar de que, en muchos casos cuentan con mayor nivel educativo.

Mientras en el mercado laboral hay una menor participación femenina, si se nota una mayor presencia en las actividades de cuidado de niños y en las tareas domésticas al interior del hogar. Casi 8 de cada 10 mujeres se ocupan del trabajo de sus casas, el doble que los varones. Este hecho, además condiciona el ingreso de las mujeres al mercado laboral.

Entre los trabajadores ocupados se sigue dando la "segregación horizontal" que determina que hay actividades que son típicamente femeninas y otras que solo podrían ejecutar los varones. Así, en los ámbitos de la industria manufacturera y la construcción, hay un 9,6 % de participación de mujeres contra un 31,2 % de los hombres.

Otra desigualdad histórica que se mantiene es en cuanto al monto de los haberes. Es que, mientras un hombre cobra $100 por un determinado trabajo, una mujer percibe $75 por la misma labor. Esto implica que una mujer tiene que trabajar 68 días más que un hombre para alcanzar lo que ellos cobran en un año.