Nación hará su primera aproximación con gobernadores, con Orrego presente
El diálogo se reinicia esta tarde con las provincias tras la caída de la Ley Ómnibus y el llamado del Presidente a un pacto. Posse y Francos tienen planeado recibir a los grupos regionales por separado.
Una semana después de la convocatoria del presidente Javier Milei al resto de la dirigencia a volver a tratar la Ley Ómnibus, un nuevo pacto fiscal y un acuerdo de 10 puntos de consenso básicos, dos ministros de mayor relevancia en el Gabinete, se encargarán de la recepción de la mayor parte de los gobernadores en la Casa Rosada. A la reunión asistirá el gobernador Marcelo Orrego, que llega hoy en la mañana al país tras haber participado de la feria minera de Canadá.
Con el primero de los encuentros, los libertarios buscarán un camino alternativo para conseguir el apoyo que necesitan indefectiblemente en el Congreso para aprobar y sostener las reformas prometidas durante la campaña.
Desde las 15hs, en el Salón Eva Perón, el jefe de Gabinete, Nicolás Posse y el ministro del Interior, Guillermo Francos, retomarán los diálogos que se habían terminado con la caída del proyecto fundacional del Gobierno, la ley ‘Bases’.
Ayer en Interior celebraban que había confirmado la totalidad de los mandatarios, incluso Axel Kicillof (Buenos Aires), aunque Gildo Insfrán (Formosa) y Ricardo Quintela (La Rioja) mandarán a sus vices para mostrar su disconformidad, mientras que Alfredo Cornejo (Mendoza) enviará a un representante por encontrarse en el exterior.
El ministro coordinador, Posse, estrenará su traje de operador político, después de meses de permanecer en las sombras. Subirá el perfil al comandar el cónclave, donde se sumará a las negociaciones que viene llevando Francos. No se descarta que esté presente, también, el asesor Santiago Caputo, que había sido resistido por igual, tanto por mandatarios como por los jefes de bloque dialoguistas.
El plan consensuado por Francos y Posse es presentar la Ley Ómnibus ‘de enero’. Es decir, sin los cambios introducidos en el debate legislativo de los últimos dos meses. Si bien irán con disposición a introducir cambios, en la Casa Rosada avisaron que no negociarán sobre cinco ejes clave: la declaración de la emergencia con las consecuentes facultades delegadas para el Ejecutivo; las privatizaciones; el Régimen de Grandes Inversiones; la reforma del Estado y el paquete de desregulación. Del DNU copiarán la reforma laboral completa, que está prácticamente suspendida por la Justicia a partir de las cautelares presentadas por gremios y sociedades civiles y buscan legitimar por la vía legislativa.