Bolivia se ha convertido en un foco de conflicto importante, uno que se suma a los ya variados que se desarrollan políticamente en América Latina. Pero este ya tomó una dirección complicada: Evo Morales fue destituido en elecciones tildadas de fraudulentas por la Organización de Estados Americanos. "Es un momento en el que urgen expresiones de repudio contra este tipo de situaciones", destacó Sergio Guzmán, politólogo, en Banda Ancha.

Según el especialista, este tipo de repudio o rechazo, para que tenga efecto, debe venir desde lo diplomático o lo institucional. "No se puede ser pasivo ante tal situación de presión social. Acá hay claramente grupos de presión realizando un trabajo, jugando su juego, e incluso muchas instituciones de mucho poder, el caso de la OEA, que apoyan ese juego", señaló y comparó el caso con lo que sucede en Chile: "Es un momento insoportable para Sebastián Piñera, sobre todo porque la constitución chilena está construida en épocas de dictadura, lo que convierte en una salida viable el armado de una asamblea para establecer una reforma".

Por otro lado, Guzmán habló de la falta de intérpretes en este tipo de reclamos. "El caso de Chile es complejo porque son grupos que no tienen representantes, no hay alguien que represente a grupos para hablar. Son estudiantes, jubilados, trabajadores, pero no hay una voz de líder", detalló.

Finalmente, el politólogo de la Universidad Nacional de San Juan señaló que esta situación se suele dar cuando hay recambios en el ejecutivo, pero el caso argentino es distinto. "En nuestro país, la democracia es más madura, vemos otro accionar. Más allá de que un recambio trae esperanzas y eso evita el estallido social, Argentina ha pasado por tanto que hoy disfrutamos de una transición más saludable, una democracia saludable", concluyó.

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