En una manifestación de respaldo al reciente DNU emitido por el presidente Javier Milei, el Comité de Pymes, Emprendedores y Productores (PEP) anunció su convocatoria a un cacerolazo contra el paro general de la CGT programado para el 24 de enero.

Rodolfo Llanos, presidente de la Unión de Emprendedores de la República Argentina y uno de los líderes del PEP, informó que el grupo ya cuenta con 4.000 adhesiones de pymes, emprendedores y empresarios de todo el país que respaldan las reformas laborales propuestas por el Gobierno a través del DNU 70.

La organización, recientemente formada, justificó su apoyo al mega DNU "para la reconstrucción de la economía argentina", argumentando que las reformas laborales propuestas fomentarán la creación de empresas, aumentarán las exportaciones de productos argentinos, atraerán inversiones y generarán nuevas fuentes de trabajo.

Llanos destacó que el PEP ha mantenido reuniones con 35 legisladores nacionales y jueces para explicar su posición respecto a los cambios en las regulaciones laborales propuestas por el decreto. Subrayó que el grupo no se convertirá en una entidad formal, como cámara empresarial o asociación civil.

En declaraciones a Radio Mitre, Llanos enfatizó que "es el momento de poner en marcha el país" y que el grupo busca ser un motor para la reactivación económica. Subrayó la preocupación por la situación económica del país, con la mitad de la población por debajo del umbral de pobreza y el 60% de los empleados registrados cobrando salarios inferiores a la línea de pobreza.

El PEP está organizando el que será, según Llanos, "el primer cacerolazo en la historia de la República Argentina contra la CGT y el paro convocado para el mismo día". La iniciativa busca expresar el descontento popular y enviar un mensaje de rechazo a prácticas que consideran vinculadas a "negocios de la mafia" dentro de ciertos sectores sindicales.

El cacerolazo, según Llanos, pretende hacer entender a la CGT que la sociedad demanda un cambio y que no se tolerarán más situaciones donde algunos sindicalistas disfruten de lujos mientras gran parte de la población enfrenta dificultades económicas.