¿En que zona de San Juan hay más acoso callejero?
Miedo, estado de alerta, bronca, asco, baja autoestima y estrés son algunas de las emociones que produce el acoso, pero lo que más llama la atención es que la calle sigue siendo el lugar más inseguro para las mujeres.
El observatorio social de San Juan llevó a cabo un informe que detalla sobre el acoso callejero que padecen las sanjuaninas. La investigación generada de la mano de profesionales señala datos abrumadores. Pero uno de los que más llamó la atención esta en las zonas donde mayormente se manifiestan y denuncian casos de acoso.
Según mencionan en el informe elevado a la dirección de Desarrollo Humano, la investigación de esta temática permite conocer 'una de las expresiones cotidianas de la violencia de género en el espacio público', además logran conocer 'sus modalidades y formas, las emociones que provoca en las personas acosadas'.
La muestra seleccionada para llevar a cabo la investigación dio porcentajes claros. En Capital se da el mayor número de casos de acoso callejero, esta predominancia se visibiliza con un 36%, mientras que el 13% se presenta en Rawson; y un 9% en Rivadavia. Con menor porcentaje aparecen los departamentos: Chimbas y Santa Lucía con 5% cada uno, Pocito en un 3%. Le siguen en orden decreciente Albardón con 2%, Caucete y Zonda con 1 %, cada uno.
Cabe decir que los encuestados, el 72% se identifica con el género femenino, el 27% con el masculino, y el 1 % con la categoría no binario. En cuanto al lugar en donde sucedió el acoso, el 71% refirió que sucedió en la calle, el 3% mencionó como lugar, la escuela, el 3% manifestó que fue mientras viajaba en el transporte público; el 2% respondió que sucedió en un boliche/bar, y un 2% que el hecho, sucedió en un centro comercial. Finalmente, el 19% refiere que le sucedió en más de un lugar, además de la calle.
Ante tales datos, las profesionales a cargo del informe detallaron que es necesario reforzar las acciones preventivas en materia violencia de género en general, y el acoso callejero en particular, con campañas de sensibilización, y protocolos de acción, orientados a la denuncia y reparación de daños, de estas formas de violencia que afectan en su mayoría a mujeres e identidades diversas, en las etapas de la niñez, adolescencia y juventud.