En una emotiva entrevista con Banda Ancha, Héctor Naveda, Veterano de Guerra de Malvinas, compartió detalles de su experiencia en combate y su lucha por el reconocimiento y la memoria de aquellos que participaron en el conflicto.

Naveda, quien ingresó en la Marina en 1977 y fue destinado al Portaaviones 25 de Mayo en 1981, destacó la importancia de que la historia completa de Malvinas se enseñe en las escuelas: "Le quieren hacer creer a la gente que somos víctimas de la dictadura militar, y en realidad solo cumplíamos órdenes", expresó.

El ex combatiente recordó con emoción su participación en la guerra y el impacto que tuvo en su vida: "Aunque aquí me siento capitán, allá siempre me sentí suplente, porque no pude ayudar a nadie", relató Naveda. Sobre el hundimiento del ARA General Belgrano, Naveda señaló que el destino lo salvó de estar presente en ese trágico suceso.

Durante la entrevista, Naveda describió el momento en que recibieron la orden de retirada el 2 de abril: "Veíamos mucho movimiento y nos avisaron a través del difusor que el zafarrancho de abandono era real y que el puerto era Malvinas", recordó.

Al repasar su experiencia política y el tratamiento que reciben los veteranos, Naveda expresó su deseo de que se reconozca adecuadamente su contribución. "Ningún gobierno nos tiene suficiente estima", lamentó. A pesar de las diferencias de opinión, Naveda resaltó la importancia de compartir su experiencia para desmitificar prejuicios y estigmas.

Sobre su vida después de la guerra, Naveda reveló las secuelas emocionales que persisten en su memoria y que le traen recuerdos de sus colegas que ya no están: "Malvinas es todos los días. Es una experiencia que marcó un antes y un después en mi vida", confesó.

Entre lágrimas, recordó el momento en que una familiar de un compañero fallecidolo llamó por teléfomo, reviviendo el dolor y la pérdida que aún siente: "Ya tenia hacia 15 años una familia, cuando me llamaron por teléfono y me dijeron 'soy Gabi' y me puse a llorar" expresó, explicando que se trataba de la hermana de un amigo llamado Roberto Romero, quien murió en la guerra. El ex combatiente dijo que la última vez que había hecho contacto con Gabriela ella tenía 5 años. "Le dije que no llorara porque me iba a hacer mal. Charlé por teléfono con ella, y después me pasó a la mamá de ella. Le pedí perdón y cuando colgué, subí las escaleras de mi casa, vino mi señora y mis hijos a verme porque creían que alguien se había muerto. Y les dije que había vuelto a Malvinas" contó muy emocionado.

Después del relato, Héctor Naveda concluyó la entrevista destacando que, a pesar de los años transcurridos, Malvinas sigue siendo una parte fundamental de su vida, una experiencia que lo sigue acompañando en su día a día no solo a su familia sino a todos los colegas que compartieron este destino.