‘Me puse un kiosco con los 10 mil pesos del bono’
Romanela Ovando, una beneficiaria del Ingreso Familiar de Emergencia contó el antes y después de tomar la decisión de abrir su propio emprendimiento.
Después de decretar la cuarentena obligatoria, el Gobierno Nacional, anunció la llegada del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), destinado a los trabajadores informales, pensando en los problemas económicos que el aislamiento podía generar y, finalmente está generando.
Más de 9 millones de argentinos pudieron cobrar, un monto de 10 mil pesos. Entre ellos, Romanela Ovando, una vecina del Barrio La Estación, del departamento de Rawson. La beneficiaria le contó a Canal 13 que con la primera cuota se puso un kiosco para poder mantener sus gastos, “invertí el bono de los 10 mil”, dijo.
La joven rawsina comentó que ya lleva tres semanas desde que decidió colocar el kiosco y le está yendo muy bien. “Mis vecinos me compran mucho azúcar, jugo, gaseosas, que es lo que más estoy vendiendo” dijo. Aunque aclaró que todavía no ha podido sumar la venta de pan, lo que sus primeros clientes le vienen pidiendo.
Romanela indicó que antes de que se decretara la cuarentena obligatoria por el coronavirus, ella vendía masitas, semitas para poder mantener a su hija y mantener sus estudios. “Estaba cursando el último año de la secundaria, pero con todo esto tuve que parar porque no podía salir a vender” comentó.
La beneficiaria del IFE aseguró que le gustaría continuar con sus estudios cuando se termine la cuarentena y, que después tiene deseos de estudiar auxiliar farmacéutica.
“Antes no hacía nada, me ayudaba mi mamá y mi papá, porque no podía salir a vender, pero por suerte me ha ido muy bien y quiero seguir con el negocio después de que termine la cuarentena” manifestó.
La joven, que vive junto a sus padres, sus dos hermanos y su bebé, contó que con las ganancias del negocio le puede comparar los pañales y demás cosas que le hacen falta a su hijo.