Eliana Ortiz, una sanjuanina dedicada a Casa Cuna, compartió su experiencia de más de 7 años como voluntaria en esta institución emblemática de la provincia. En exclusiva en Banda Ancha explicó como es su labor. 

"Casa Cuna lleva más de 60 años ininterrumpidos brindando contención y amor a niños en situación de vulnerabilidad", destacó Ortiz, subrayando la importancia del trabajo realizado por esta organización a lo largo de las décadas. "Es un espacio conocido y querido por todos los sanjuaninos", agregó.

Recordando su inicio como voluntaria en 2017, Ortiz explicó que su decisión de unirse a Casa Cuna fue impulsada por un profundo sentimiento de solidaridad. "Vi una nota en el diario que buscaba voluntarios y sentí que podía aportar algo", expresó. Desde entonces, su compromiso con la institución ha crecido exponencialmente.

Uno de los momentos más significativos para Ortiz fue durante la pandemia, cuando el hospital Rawson, con el que Casa Cuna tiene un convenio de apoyo mutuo, necesitó redirigir su personal para atender la emergencia sanitaria. Ante esta situación, la comisión directiva de Casa Cuna decidió acoger a los niños en sus propias casas. "Fue un período desafiante, pero también muy gratificante", compartió Ortiz.

Entre anécdotas conmovedoras, Ortiz resaltó la importancia de ver a los pequeños felices. "Es lo que todas buscamos: que vuelvan a sonreír y se sientan contenidos", afirmó. Además, destacó el constante apoyo solidario de la comunidad sanjuanina hacia Casa Cuna, que permite que la institución siga cumpliendo su importante labor.

En la actualidad, Casa Cuna alberga a nueve niños menores de un año, con el apoyo de aproximadamente 20 o 30 voluntarios. Ortiz enfatizó el valor de la coordinación y organización en el trabajo voluntario, asegurando que cada niño reciba la atención y el cuidado que merece.

A través de su compromiso y dedicación, Eliana Ortiz y todos los voluntarios de Casa Cuna continúan siendo un faro de esperanza para los niños más vulnerables de San Juan.