Para celebrar el Día de los Abuelos, el Gobierno de la provincia, a través de la Dirección de Adultos Mayores realizó una actividad en la que hubo mateada y baile. Tras el momento gastronómico ideal para compartir, llegó la bailoterapia en un rincón del Parque de Mayo, que puso de manifiesto que muchos de los agasajados presentes tienen muchas ganas de vivir.

En el Día de los Abuelos, hubo mateada y bailoterapia en el Parque de Mayo

'Fue una tarde de festejos para mimarlos. La verdad que el Día de los Abuelos es algo tan significativo, para quienes hemos tenido un abuelo que nos ha marcado, para los que lo tienen sabemos lo que esto significa. Por eso nuestra propuesta es trabajar conjuntamente con la Residencia de Adultos Mayores Eva Duarte y la Dirección de Políticas de Adultos Mayores para generar en estas actividades talleres, porque la idea es brindar calidad de vida', comentó Fernanda Vives, directora de Residencia de Adultos Mayores.

En su día, qué es lo más lindo de ser abuelas

'La estamos pasando muy bien, muy agradecidas de que organicen estos actos tan maravillsos para toda la gente, necesitamos este espacio para sacar estres, para alegrarnos, para vivir, para sentirnos vivos. Todo este baile es hermoso, muy lindo', expresó la abuela de una niña que viene en camino, Olga Guzmán de Santa Lucía.

Por otro lado, una abuela de 9 nietos que vino del Barrio Rivadavia Norte, le contó al móvil de Canal 13 que lo más lindo de ser abuela es disfrutar a los nietos y los hijos. Además, se mostró feliz y agradecida de la actividad de bailoterapia, ya que le mandó saludos a los profesores que se pusieron la tarde al hombro. 'Es lindo bailar y además disfrutar junto a mi nieta Delfina', expresó la adulta mayor que pertenece al Centro de Jubilados Tejiendo Sueños'.

El Parque de Mayo se sacó el sombrero con las abuelas y abuelos que se prendieron a bailoterapia

Los profesores Gabriel y Exequiel que se pusieron toda la parte del baile al hombro quedaron maravillados de cómo y cuánto bailaron los adultos mayores que se prendieron a la actividad. En un rincón del Parque de Mayo, los bailarines no salían del asombro por la actitud de las abuelas y abuelos.