Un acto vandalismo fue lo que sufrió la gruta con la imagen de la Virgen de San Nicolás, ubicada en la esquina del Conector Sur y República del Líbano, en Rawson. La misma fue completamente destruida hace pocos días. El equipo móvil de Canal 13 llegó al lugar para documentar el lamentable suceso y entrevistar a las hijas de quien instaló y mantenía la gruta.

Sonia, una de las hijas, contó la historia detrás de la gruta. "Esto lo comenzó mi mamá hace más de 20 años. Yo tenía 11 años cuando vine y fue poco tiempo después que ella tuvo un sueño en el que se le apareció la Virgen y le indicó este lugar", relató. Sonia explicó que su madre estuvo en contacto con la municipalidad y, tras recibir el permiso, instaló la imagen de la Virgen y, junto con su padre y hermana, se encargaron de mantenerla. 

"Limpiábamos siempre y tratábamos de mantenerlo bien para que la gente que pasara por acá no se lastimara. Pero hace dos días, una vecina me avisó del desastre que habían hecho. Destruyeron la imagen de la Virgen, rompieron el Cristo y lo único que quedó intacto fue un corazón de Jesús", describió Sonia con tristeza.

El vandalismo no solo afectó la gruta, sino que también incluyó la destrucción de donaciones. "En 20 años nunca habíamos vivido una situación similar. Han hecho un desastre", lamentó Sonia.

La zona es conocida por el alto nivel de vandalismo y la falta de protección. "Esta es una zona de mucho vandalismo. No hay mucha protección, ni siquiera la policía puede hacer mucho porque a ellos también les tiran piedras", explicó Sonia. "A nosotros nos han robado varias veces, incluso con alarma. Robaron en mi casa, en la de mis padres, y en un taller cercano. Nadie ve nada, nadie sabe nada", agregó.

El acto de destrucción fue particularmente sorprendente debido a la dificultad de romper el vidrio que protegía la imagen de la Virgen. "Este vidrio es tan duro que intenté romperlo con una piedra para sacar lo que quedaba, pero es muy resistente. Tuvieron que haber traído un hacha o algo similar. Fue un acto de pura maldad", reflexionó Sonia.

La impotencia y la tristeza invaden a quienes cuidaban de la gruta y a la comunidad que la visitaba. "Lo que más me duele es que lo hicieron solo para causar daño, no se llevaron nada valioso", concluyó Sonia, afectada por el incidente.