33 historias contadas por tazas
Surgió en un café y llegó al Museo de la Historia Urbana, expresiones de un grupo de integrantes de la comunidad de ceramistas, que en su diversidad transmiten su pasión por moldear el barro sagrado.
Surgió en un café, entre tazas y risas, tres amigas, tres compañeras que compartían un momento grato además de historias y su pasión por trabajar la arcilla, el barro sagrado. Gabriela Garrido, Cecilia Achiles y Graciela Paparelli, cocinaron un plan que llegó hasta el Mueso de la Historia Urbana con el propósito de visibilizar las diferentes expresiones, estilos y técnicas de la comunidad de ceramistas de San Juan.
“Es solo una parte de nuestro grupo”, dijo Garrido. Son 33 historias en forma de taza, algunas se rompieron en el camino, otras aún están listas para hornear, ya habrá una nueva oportunidad. “Aceptaron 50, es algo común que pasa mientras estás construyendo piezas de cerámica”.
En cada pieza una visión de vida, una trayectoria más larga o más corta y una misma motivación, “hay quienes trabajamos con arcillas locales, hay quienes trabajan la cerámica de una manera más contemporánea, hay quienes utilizan esmalte. También hay quienes llevan algunos años haciendo cerámica y hay quienes llevan décadas”, dijo y agregó, “son variadas las problemáticas de cada uno, lo que nos moviliza a cada uno es bien diverso”.
Los interesados podrán ver la muestra hasta el 16 de julio, de 12 a 21 de martes a domingo y en los horarios de 18 a 20:30 podrán se guiados por los propios creadores que contarán su experiencia, su técnica.
¿Por qué una taza? “En la historia de la cerámica, fue la primera forma de poder beber agua. Antes no había nada, estaba la cestería, pero la cerámica hizo este cambio: la posibilidad del traslado de agua, de poder beber, entonces dijimos bueno arranquemos con una expo de una taza”, respondió Garrido.
En este sentido agregó, “es un elemento muy cotidiano, que conocemos todos. Un elemento que no pertenece a nadie en particular, todos tenemos alguna taza o alguna historia de una taza. Nos invita a compartir”.
Se trata de una agrupación que cuenta con unos 170 ceramistas, algunos viven de este trabajo, otros participan activamente en ferias.