El 15 de noviembre del 2017 a las 07:30 se conoció la última posición del submarino ARA San Juan: a 505 kilómetros de la costa argentina y a 907 metros de profundidad, en línea perpendicular con la costa de la localidad de Caleta Olivia, Santa Cruz. 44 tripulantes zarparon dos días antes desde Ushuaia hacia Mar del Plata, con el objetivo de realizar tareas de control en la zona económica por la presencia de pesca ilegal en los alrededores.

Cinco años después los familiares de los submarinistas mantienen vivo el reclamo de justicia 'La causa está igual, no avanzó nada', dijo en Canal 13 Luisa Rodríguez, mamá de Ricardo Gabriel Alfaro uno de los 44 tripulantes. 'Es lamentable lo que pasó y es triste recordar esta fecha tan dolorosa para nosotros, no hay palabras para mencionar lo que se siente', agregó.

La causa que se estaba llevando en Comodoro Rivadavia con la jueza Marta Yáñez, está exactamente igual, reveló Luisa. 'No ha adelantado nada, está quieta, igual, y nosotros queremos que se haga justicia, los homenajes son pasajeros, lo que queremos es que esto se esclarezca y que tengamos justica por los chicos desaparecidos, sabemos que se están ocultando muchas cosas y no estoy de acuerdo con eso', expresó la mamá de Alfaro.

Por otro lado, en julio de este año, en Comodoro Py, la Cámara Federal resolvió revocar el procesamiento que se había dictado en el juzgado federal de Dolores, en la investigación por el espionaje a los parientes de las víctimas del submarino. 'El espionaje fue una estrategia del gobierno de Mauricio Macri para frenarnos', señaló Luisa en la comunicación con Canal 13, querían llenarlos de temor, porque las 44 familias se movilizaban de un lado a otro, hicieron eso para tenerlos controlados, 'ellos mintieron desde el primer momento, y nosotros veníamos a toda marcha con la causa y nos quisieron frenar', indicó.

Luisa desde que sucedió la tragedia no pudo llegar al punto donde se hundió el submarino, cuando quisieron ir comenzó el tema del Covid y frenaron todo, después no se volvió a hablar más del tema, pero tiene muchas ganas de visitar. 'Sería cuestión de hablarlo nuevamente y que las familias podamos asistir por lo menos a arrojar una flor, no tenemos un lugar en donde dejar una flor, rezar', sentenció.