Los últimos días de diciembre son momentos propicios de balance de fin de año. Por ello, en su columna de cada martes en Banda Ancha, el psicólogo Raúl Ontiveros habló la actitud que tiene que tener la persona para enfrentar los fracasos en los objetivos trazados a principio de año.

El profesional indicó que en épocas de fiestas los hombres y mujeres del mundo alcanzan su punto máximo de todo lo que emprendieron en el año. Según señaló el psicólogo, en estos días, el análisis o balance de fin de año se ve ampliamente tocado por un natural cierre de ciclo. 'Más allá de la imposición cultural de un calendario, inevitablemente te vas comparando con el que fuiste en tu cumpleaños anterior, te preguntas que pasó en este año. Hay eventos que nos remiten inevitablemente a evaluaciones a proyectos que nos propusimos a principio de año', explicó.

Ontiveros aseguró que ante una puesta de metas hay dos resultados posibles: éxito fracaso. Asegurando que el empate no existe, el profesional explicó que si la persona llega a la conclusión que logró el objetivo que se había propuesto sigue adelante con otro, pasa de página. El problema radica en los objetivos que la persona no alcanzó.

El profesional aseguró que la palabra fracaso es fuertemente difícil de enfrentar para cualquier persona, pero debe ser llamada por su nombre para que no se caiga en la mentira o actitud de ocultar la verdad. 'Yo les propongo a mis pacientes ir a los fracasos, hacer una lista de todos y cada uno de los fracasos. ¿Qué pasa si al balance te lo tomas realmente enserio?, pasa que se hace una muy buena evaluación de porque no se logró el éxito, pero todos empezando en primera persona, porque toda evaluación que implique mi vecino o mi ex o cualquier otro, de movida está destinada al fracaso', explicó.

En el caso de que la persona en su balance de fin de año, evalúe sinceramente sus fracasos y se haga cargo aparecerá el YO. 'Yo no le puse sufrientemente esfuerzo al estudio y por eso desaprobé la materia, yo no le di suficiente interés, yo no le puse atención a la pareja, yo no estaba totalmente decidido. Cuando se hace una evaluación en primera persona nos preguntamos que me faltó a mí, que puse de más, que puse de menos', detalló Ontiveros.

Luego de que la persona reconozca ese objetivo en el que fracasó, llega el momento en mirar nuevamente el objetivo. En este sentido, el profesional contó que el renovado objetivo se tiene que tomar con más seriedad para el nuevo año, el nuevo ciclo. Es decir, una transformación en un plan de vida, en la que la persona se cuestione de entrada cuál enserio se lo va a tomar. 'La diferencia entre un me gustaría y lo decidido a elaborar un plan y estar dispuesto a cumplirlo es lo que hace la diferencia en el trazado del cumplimiento del objetivo', expresó.

Ontiveros no ocultó a los televidentes que en el proceso del cumplimiento del objetivo cada persona se encontrará con sacrificios. 'No se puede hacer un plan sin tener una actitud asumida ante los distractores. Si yo realmente quiero algo, seguramente hay situaciones que me van a detener, por lo que no es solo desear el objetivo, sino saber que estos distractores van a aparecer, por lo que la yo tengo que tener una actitud bastante clara en fortalecer el NO', sentenció.