En vistas a que el protocolo aplicado en el Servicio Penitenciario Provincial generó más seguridad y evitó la posibilidad de casos positivos de Covid-19, desde el Gobierno analizan la vuelta de las visitas de familiares al establecimiento.

Esto, sería bajo estrictos protocolos que tendrá que ver con la reducción de la cantidad de visitantes al recinto y la posibilidad de que este encuentro se de en una cabina sanitaria semipermanente.

Además, se mantendrá la requisa en el ingreso adhiriendo a todo el protocolo de higiene que se exige por la presencia de Covid-19. En ese momento, se le tomará la temperatura y deberá llenar una declaración jurada donde deberá dejar en claro que no tuvo síntomas en el último tiempo.

Esto será únicamente para los privados de la libertad que se encuentran en los pabellones que no pertenecen a los denominados 'de aislamiento' (hay que recordar que parte del protocolo es que al ingresar bajo una causa al Servicio Penitenciario se debe cumplir aislamiento en una celda separada).

Los encuentros deberán ser con tapabocas y el personal del servicio penitenciario se lo entregará al interno. Quedará prohibido el contacto (abrazo, apretones de manos o besos). Por último, continuarán suspendidas las visitas íntimas.