Así es el riesgoso trabajo de 'basureros' en épocas de coronavirus
Están en la calle, expuestos, levantando residuos que pueden llegar con el virus más letal. Así trabajan en el Gran San Juan.
Se frena el camión y se baja, con guantes y barbijo. Hay mal olor entre las bolsas y algunas revelan algunas puntas en su contorno. Mete la mano y levanta un manojo para introducirlas al camión. Mientras el camión avanza, el trabajador se incorpora, corre y lo alcanza. Se cuelga y repite la acción unos metros más adelante. El recolector no sabe qué está levantando, pero es su trabajo. En tiempos de pandemia, esto preocupa y mucho. Sobre todo porque desde el Sindicato Unión Obreros y Empleados Municipales (SUOEM) señalaron a Canal 13 que 'se cumple a medias el aporte municipal para las medidas de protección y pasa en todos los departamentos del Gran San Juan'. El Sindicato de Empleados Públicos (SEP) coincidió.
Según señaló Antonino D'amico, titular del gremio, hay dos postales que se perciben en el trabajo de los recolectores. 'Esta la foto, la que todos conocen, donde se los ve con el traje blanco, todos cubiertos, y lo que pasa durante la noche cuando salen a trabajar, donde aparecen con la mitad del equipamiento', dijo.
Desde el SEP, José Díaz coincidió con esta situación. 'Es una situación compleja porque van sumando de a poco material para estos trabajadores. Pero es cierto que se trata de condiciones de trabajo algo precarias', dijo a Canal 13.
El sindicalista señaló que esto se repite en todos los departamentos del Gran San Juan. Además, apuntó a que 'hay poca conciencia de la gente' a la hora de tratar los residuos, sobre todo si va a ser recogido por una persona.
Según aportó D'amico, en Capital son alrededor de 100 recolectores que se manejan en turnos matutinos, vespertinos y nocturnos. 'De estos, el 70% no está en planta permanente y cobran $7.250, mientras que los que sí forman parte cobran $20.576 de básico', dijo.
Por otro lado, en Santa Lucía son 50 personas las que se dedican a esta actividad. El gremialista comentó que el departamento de Juan José Orrego es uno de los que más empleados informales tiene. 'De 800 solo hay entre 150 y 170 empleados en blanco', acentuó. En este municipio, un empleado en planta permanente cobra $18.700.
La diferencia entre los que se encuentran 'en libros' y el resto son los aportes sanitarios y la intervención de la Aseguradora de Riesgo de Trabajo.
'En el caso de Rawson hubo una política de blanqueamiento y los 50 trabajadores abocados a la recolección de residuos están en blanco', aseguró. En planta permanente, un empleado cobra alrededor de $18.563.
Por su parte, tanto el departamento Chimbas como Rivadavia, 'se manejan con empresas privadas, por lo que los elementos de bioseguridad y los seguros sanitarios cuentan por parte de los propietarios', acentuó. En tanto, comentó que un trabajador supera los $30.000 de salario.