Betina, una sobreviviente del terremoto del 77': 'Es un trauma de por vida'
La sanjuanina era apenas una niña en ese entonces pero este destructivo fenómeno natural la marcó tanto, que lo recuerda como si hubiese sido ayer.
No cabe duda que una de las mayores tragedias que ha vivido San Juan en su historia reciente ha sido el terremoto de 1977. Hubo unas 65 personas fallecidas, cientos de estructuras destruidas y familias que quedaron en la calle. Estas son cuestiones que 44 años después, muchos de los sobrevivientes no logran superar. Una de ellas lo calificó como un "trauma de por vida".
Betina Zapiaín, una sanjuanina que le tocó vivir en carne propia este hecho histórico a sus 6 años de edad, le contó al móvil de Canal 13 como recuerda ese momento. La niña en ese momento estaba acostada en una habitación junto a su hermana menor y a sus padres, cuando el suelo comenzó a sacudirse violentamente. Esto es algo que le costará mucho olvidar.
"Estaba en una habitación con mi hermana más chica y mis padres. Cuando comenzó el remesón yo estaba despierta. Me acuerdo que nos sacaron y nos llevaban alzadas entre tierra y zumbidos. Muchas veces uno se burla de la gente que sale corriendo, grita o llora pero el que ha vivido el terremoto es un trauma de por vida. He ido a psicólogos por años y cada vez que tiembla pienso que va a venir otro terremoto donde vas a perder tus cosas más preciados", manifestó.
Sobre cómo lograron sobrevivir a tal estruendo, Betina calificó a su padre como un "superhéroe". Justamente el hombre había acudido hacía pocos días a una charla en donde le explicaron detalladamente como proceder ante estas situaciones. Gracias a ello logró poner a salvo a toda su familia.
"Mi papá había estado unos días antes en una charla sobre qué se tenía que hacer en caso de sismos. Siempre lo vi a mi papá como el superhéroe que hizo todo rápido. Juntó el agua, se fue a la casa de mi tía a ver si estaban mis primos, mi abuelo que tenía un ACV quedó encerrado en una pieza y mi papá con una patada bajó la puerta para que pueda salir", expresó.
Sin embargo hay algo que a Betina le quedó grabado para siempre en su mente, sin importar el paso de las décadas. Se trata del momento en que comenzaron a convocar a los ciudadanos a los cementerios. Esta convocatoria tenía el objetivo de que las personas reconocieran los cuerpos sin vida de sus familiares.
"Después llamaban a la gente en el cementerio para reconocer a sus muertos, eso me quedó en el alma. También dormir bajo el parral mis abuelos, nosotros dentro del auto, los militares, la expropiación que hicieron por ejemplo. Nosotros teníamos muchos metros de parral y nos quedamos sin nada, que es lo que más duele. Vino la expropiación para hacer los barrios y casi ni pagaron eso, perdimos el gran parral que tenía mi abuelo", sentenció.