Carlita es paciente electrodependiente y necesita urgente una medicación contra el dolor
Se trata de la niña de casi 15 años que nació prematura y hoy vive conectada a un respirador pero igualmente feliz.
En medio de la transición de gobierno, la dramática situación de Carlita Guzmán, una adolescente electrodependiente de 15 años, y su madre, Yanina, es un llamado de urgencia a las autoridades del Ministerio de Familia y Desarrollo Humano. La familia se encuentra desesperada por la falta de suministro de una crucial medicación para tratar la pubertad precoz de la joven, situación que pone en riesgo su vida.
Carlita, quien ya ha enfrentado demoras en la entrega de medicamentos a lo largo de los años, por lo que saben que se avecina dolores insoportables y hemorragias cuando la medicación escasea. La droga necesaria no ha sido suministrada adecuadamente en los últimos tres meses, llevando a su madre a buscar la intervención de la Defensoría del Pueblo para garantizar la obtención de las dosis correspondientes a octubre y noviembre.
A pesar de ello, para asegurar las dosis anteriores, la familia se encuentra nuevamente en apuros, ya que se les informó que la medicación correspondiente a diciembre no podrá ser proporcionada. La farmacia de desarrollo humano alega falta de fondos y la imposibilidad de emitir una receta. La medicación en cuestión tiene un costo cercano a medio millón de pesos, una carga financiera insostenible para la familia.
Yanina Guzmán, la madre de Carlita, señaló que su situación desesperante: "Mi hija cumplirá años pronto, y quiero que pase su cumpleaños sin dolor. No saben el sufrimiento que le causa la falta de medicación". La Defensoría del Pueblo, a pesar de haber intervenido anteriormente, no ha logrado obtener respuestas satisfactorias de las autoridades pertinentes.
Ante la incertidumbre y la urgencia de la situación, la familia Guzmán busca visibilizar su reclamo y recibir respuestas concretas por parte de las autoridades competentes.
Cabe recordar que Carlita, nació prematura a los seis meses, tuvo una parálisis cerebral, hidrocefalia y displasia pulmonar. Su condición la ha llevado a depender de un respirador artificial las 24 horas del día, así como de una máquina concentradora de oxígeno cuando se encuentra estable. "Me siento mal como mamá porque yo quería que ella esté bien y sin dolor", confesó la madre de Carlita.
En caso de querer colaborar con la menor que padece de muchas necesidades, además de los medicamentos, pueden hacerlo al alias: Carlita.29