Este fin de semana De la Ostia volvió a abrir sus puertas tras reinventarse como resto bar, debido a que aún están prohibidas las discotecas. Sin embargo, fue una apertura frustrada ya que minutos antes de que cierren (1 am) el local fue clausurado.

Según argumentaron autoridades al propietario, Eduardo Patinella, estaban incumpliendo los protocolos debido a que había personas paradas. Por su parte, el dueño lo consideró una sanción descabellada porque se cumplía prolijamente lo establecido.

'A las 11:30 de la noche ingresó Turismo y vio que estaba todo bien, a las 12:30 ingresó la Seccional y estaba todo bien, y a las 0:55 la gente sabía que se tenía que ir y se empezaron a levantar y dos mesas se pusieron a bailar', comenzó relatando.

Fue justo ahí cuando, según Patinella, entraron 25 personas de Leyes Especiales, Turismo y demás autoridades y procedieron. 'Fueron al hueso, vieron a 10 personas paradas de las 400 que habían y clausuraron. Es muy difícil controlar 5.000 m2', agregó.

El dueño aseguró al Diario de Canal 13 que fueron solo esas mesas y un equipo técnico que atiende los stand y no tiene mesa. 'Estaban parados moviendo la cabeza porque había música, no se puede contener la gente en un lugar donde hay música', expresó. 

Asimismo, Patinella se preguntó: '¿Qué pasa si voy al café del Híper Libertad y me pongo a bailar? ¿Tienen que clausura el Híper? Si me pongo a bailar en la Plaza 25, ¿tienen que clausurar la Plaza 25? Hay algo que está mal, el concepto está errado'. 

En cuanto a las consecuencias que le generó, manifestó que la clausura le hizo perder mucho dinero. 'Lo lamento muchísimo realmente, es un concepto que es muy difícil de llevar. Estamos acarreados como delincuentes y me parece que no corresponde', afirmó. 

Patinella destacó que hay cosas mucho más graves en la provincia que están produciendo contagios como las fiestas clandestinas. 'Nadie está tomando en cuenta ni luchando contra eso. La gente salía de De la Ostia y te decía 'me voy a tal finca'', se explayó.