“Gracias abuelos por traer sabiduría, alegría, calidez y amor a la vida”. Esto decía uno de los carteles que los alumnos de la escuela Rosario Vera Peñaloza, del Médano de Oro, dejaron pegado en una de las paredes de la residencia de adultos mayores. Esto, en el contexto del programa Nutrición en Vivo, a través del cual, estudiantes de distintas escuelas promueven y aprenden hábitos saludables. Desde este programa comentaron que al igual que los chicos de la institución de Rawson, hubo otros, unos 100 en total, que participaron de estas propuestas en otros geriátricos.

Con el objetivo de generar un cruce generacional, de que los abuelos de algunos hogares sanjuaninos aprendan el valor de los buenos hábitos y que los chicos puedan obtener conocimientos de la experiencia de los ancianos, es que se realizaron estos operativos. Olga Álvarez de Manzano, coordinadora de Nutrición en Vivo, comentó que en esta oportunidad visitaron 2 residencias: Jardines de Querencia y Santa Águeda. Y que, además de la escuela de Rawson, también participaron el ENI 46, de La Bebida, y la escuela Roque Sáenz Peña, de Marquesado. 

Metidos en el papel de promotores de buenos hábitos, los alumnos llegaron a los hogares y coparon todos los espacios. Casi sin sentir vergüenza y convencidos que de que su rol, en estas actividades es muy importante, disfrutaron de cada segundo. “Fueron dos encuentros muy conmovedores. Los chicos llevan mucho cariño a los abuelos y en algunos casos, los sienten como si fueran propios. Les llevaron cartas y hasta hicieron representaciones teatrales o les cantaron para hacer la jornada más entretenida”, dijo Olga.

Dando más detalles de estas “paradas saludables” comentó que los estudiantes también compartieron una merienda y hasta les llevaron algunos dulces caseros para regalar. Además, dijo que también se sumaron a esta propuesta, algunos abuelos de la Residencia Eva Duarte de Perón, quienes les regalaron a sus pares, plantines que ellos mismos hacen en el geriátrico estatal.

“Estos plantines y las explicaciones de los chicos tienen el objetivo de incentivar a los demás abuelos a que tengan sus propias huertas o que tengan el compromiso de cuidar de esa pequeña planta, como lo hicieron con su familia en la juventud”, agregó Olga, y dijo que, en todo San Juan, hay cerca de 5.000 chicos que forman parte de Nutrición en Vivo y que realizan diferentes actividades en la comunidad para incentivar los hábitos saludables.