Cuáles son los principales miedos de los sanjuaninos por la pandemia
El Arzobispo, Jorge Lozano, se refirió a las angustias que la gente les está compartiendo y que son generadas por el Covid-19.
La pandemia llego sin previo aviso a la vida de todos y trajo miedos e incertidumbres. Muchos sanjuaninos buscaron contención en la Iglesia Católica según contó el Arzobispo, Jorge Lozano, en Paren las Rotativas.
Entre los mayores miedos de las personas tras tantos meses de cuarentena se destacan el miedo a perder el trabajo, a la pobreza, a contagiarse Covid-19 o contagiar a un ser querido, según señaló el líder religioso. ‘Son existenciales y personales’ indicó Lozano y agregó que otro de los grandes miedos y angustias que la gente les confía, son el deterioro de los vínculos familiares por estar tanto tiempo en encierro, sin posibilidad de ir a trabajar, o los niños sin poder ver a sus amigos o ir a clases.
‘Se podrían resumir en lo personal, lo anímico, lo vincular en la familia y el temor a la pobreza y a perder el trabajo’, expresó la autoridad eclesial. Cabe recordar, que por la Fase 1, San Juan tuvo que retroceder en cuanto a las habilitaciones que venían funcionando en Fase 5. Una de los sectores perjudicados a estas nuevas inhabilitaciones, fueron la actividad en las iglesias. Una vez que fueron habilitadas para abrir y que se pueda oficiar misa, muchos sanjuaninos se acercaron a contar sus miedos y angustias.
En la reapertura de los templos, mucha gente acudió a confesarse según contó Lozano. ‘Los sanjuaninos tenían necesidad de contar sus miedos, inquietudes, angustias y manifestar su depresión’, comentó.
Como por el momento las iglesias están habilitadas solo para su apertura en un 30% de su capacidad, algunas parroquias optaron por agregar más misas. La idea, contó el líder religioso, es que la gente se pueda distribuir de una manera más adecuada y respetar el protocolo respecto al distanciamiento social.
También contó como es el protocolo que están llevando a cabo para realizar bautismos. Este sacramento, es celebrado de a un niño por vez, para evitar núcleos familiares distintos. Además de que hay una cantidad de fieles limitados que pueden participar, contó Lozano.